viernes, 1 de junio de 2012

Poemas de Ezra Pound

"Los discursos radiofónicos de Pound era tan delirantes que un oficial italiano pensó que el poeta era un agente doble trasmitiendo en clave."

Meditación
Cuando considero detenidamente 
las costumbres curiosas de los perros
me veo obligado a concluir
que el hombre es el animal superior
Cuando considero las costumbres curiosas 
de los hombres
te confieso, amigo, que estoy desconcertado.

Una chica
El árbol ha entrado por mis manos,
la savia ha subido por mis brazos,
el árbol ha crecido en mi pecho –
hacia abajo,
las ramas salen de mí, como brazos.
Árbol eres,
musgo eres,
y las violetas en el viento.
Un niña – tan alta- eres,
y para el mundo todo esto es un delirio.

La zambullida
Querría bañarme en extrañeza:
estas comodidades amontonadas 
encima de mí, me asfixian!
Me quemo, ardo en deseos de algo nuevo,
amigos nuevos, caras nuevas y lugares!
Oh, estar lejos de todo esto,
esto que es todo lo que quise...
salvo lo nuevo!
Y tú, amor, la que mucho, la que más he deseado!
¿Acaso no me repugnan todas las paredes,
las calles, las piedras, todo el barro, 
la bruma, toda la niebla,
todas las clases de tráfico?
A ti, yo te querría
fluyendo encima de mí como el agua,
¡oh, pero fuera de aquí!
Hierba y praderas y colinas y sol
¡oh, suficiente sol!
¡Lejos y a solas, en medio de gente extraña!

Pacto
Hice un pacto con vos, Walt Whitman 
pues te había detestado demasiado.
Vine a vos como un chico crecido
que ha tenido un cerdo con la cabeza del padre.
Soy demasiado viejo ahora para hacer amigos.
Fuiste vos quien quebró la nueva madera 
y ahora es tiempo de tallarla.
Tenemos una savia y una raíz, 
dejemos que haya  comerció entre nosotros.

Una Inmoralidad
Cantamos por amor y  pereza
lo que para ningún otro tiene importancia.
Aun cuando he estado en más de una tierra
hubo ningún otro en la vida.
Y preferí tener a mi dulzura
aunque las hojas de la rosa murieran de pena,
en lugar de realizar grandes hazañas en Hungría,
con el fin de atravesar todas las creencias de los  hombres.

Cantar XLV - Usura
Con usura no tiene el hombre casa de buena piedra
con bien cortados bloques y dispuestos
de modo que el diseño lo cobije,
con usura no hay paraíso pintado 
para el hombre en los muros de su iglesia
harpes et lutz (arpas y laúdes)
o lugar donde la virgen reciba el mensaje
y su halo se proyecte por la grieta,
con usura no se ve el hombre Gonzaga,
ni a su gente ni a sus concubinas
no se pinta un cuadro para que perdure 
ni para tenerlo en casa
sino para venderlo y pronto
con usura, pecado contra la naturaleza,
es tu pan para siempre harapiento,
seco como papel, 
sin trigo de montaña,
sin la fuerte harina.
Con usura se hincha la línea
con usura nada está en su sitio 
(no hay límites precisos)
y nadie encuentra un lugar para su casa.
El picapedrero es apartado de la piedra
el tejedor es apartado del telar
con usura no llega lana al mercado
no vale nada la oveja con usura.
Usura es un parásito
mella la aguja en manos de la doncella
y paraliza el talento del que hila. 
Pietro Lombardo no vino por usura
Duccio no vino por usura ni Pier della Francesca; 
no por usura Zuan Bellini ni se pintó “La Calunnia”
no vino por usura Angélico; no vino Ambrogio Praedis,
no hubo iglesia de piedra con la firma: Adamo me fecit.
No por usura St. Trophime, no por usura St. Hilaire.
Usura oxida el cincel, oxida la obra 
y al artesano, corroe el hilo en el telar.
Nadie hubiese aprendido a poner oro en su diseño;
y el azur tiene una llaga con usura;
se queda sin bordar la tela.
No encuentra el esmeralda un Memling.
Usura mata al niño en el útero
no deja que el joven corteje
ha llevado la sequedad hasta la cama, 
y yace entre la joven novia y su marido
Contra naturam, 
ellos trajeron putas a Eleusis,
sientan cadáveres a su banquete
por mandato de usura.

El árbol
Estuve sin moverme, y fui un árbol en el bosque,
y supe la verdad de las cosas nunca vistas,
de Dafne y del laurel y de la antigua pareja 
que a los dioses celebraba unida, 
encina-roble, en medio de la campiña.
Sólo cuando los dioses fueron propiciamente
Llamados y atraídos al fuego de su pecho
pudo obrarse el milagro.
Pues que fui un árbol del bosque
y muchas cosas comprendí
que antes me parecieron inauditas.

Ulteriores instrucciones
VAMOS, cantos míos, 
expresemos nuestras más bajas pasiones,
expresemos nuestras envidia por los hombres 
con empleo permanente y ninguna preocupación por el futuro.
Sois muy ociosos, cantos míos, temo que vais a acabar mal.
Os plantáis por las calles, haraganeáis en las esquinas 
y en las paradas de los autobuses, no hacéis nada del todo.
Ni siquiera expresáis nuestras noble cualidades internas;
acabaréis muy mal.
¿Y yo? Me he vuelto medio loco.
Tanto os he hablado que casi ya os veo alrededor mío,
¡insolentes bestezuelas! ¡Sinvergüenzas! ¡Faltas de atavío!
Pero tú, canto, el más nuevo de todos,
aún no tienes edad para haber hecho mucho daño.
Te conseguiré una casaca verde en China
con dragones bordados en ella.
Te conseguiré los calzones de seda escarlata
de la estatua del Niño Jesús en Santa María Novella;
no vaya a ser que digan que no tengo gusto
o que no hay sangre azul en la familia.

Los demás
¡Oh minoría indefensa de mi patria,
oh restos esclavizados!
Artistas que os habéis roto contra ella,
descarriados, perdidos en los pueblos,
objetos de recelo, de maledicencias,
amantes de la belleza, famélicos,
frustrados por los sistemas,
indefensos contra el control;
vosotros que no podéis rendir al máximo
por seguir buscando el éxito,
vosotros que sólo podéis hablar,
que no encontráis el coraje para reafirmaros;
vosotros cuya sensibilidad más fina,
se rompe contra el falso conocimiento,
vosotros que tenéis sabiduría de primera mano,
los odiados, los encerrados, en quienes nadie confía,
daos cuenta: ya he capeado la tormenta,
he vencido mi exilio.

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