miércoles, 28 de noviembre de 2012

Fragmentos de "Lolita" - Vladimir Nabokov

"Me rindo ante una especie de imaginación retrospectiva
que atiborra la facultad analítica que con infinitas alternativas
bifurca incesantemente cada rumbo visualizado en la perspectiva
enloquecedoramente compleja de mi pasado."

"Hay que ser artista y loco, un ser infinitamente melancólico,
con una burbuja de ardiente veneno en las entrañas
y una llama de suprema voluptuosidad siempre encendida
en su sutil espinazo, para reconocer de inmediato,
por signos inefables, al pequeño demonio mortífero."

Fragmento del cuento "Dioses" - Vladimir Nabokov

"Siento en mi sangre la rotación de universos inexplorables...
Escucha, quiero correr durante toda mi vida, 
gritando a pleno pulmón. 
Que toda la vida sea un aullido desbordado. 
Como la multitud que saluda al gladiador.

No te pares a pensar, no interrumpas el grito, 
respira, libera el éxtasis de la vida. 
Todo está en flor. Todo vuela. Todo grita, 
y se atraganta con sus gritos. Risa. Carreras.
Eso es todo en lo que consiste la vida."

Batman - The Joker

-Es un loco
-Se equivoca. Soy piscis

Fragmento de Hombre mirando al sudeste - Eliseo Subiela

· (Julio) Ramtés, ¿Por qué no se deja de joder? Lo voy ayudar. De verdad, lo voy a ayudar. Yo se que usted tiene mucho miedo. Que le da terror reconocerse simplemente como un hombre, como un hombre enfermo. Pero no se preocupe, no lo voy a abandonar. Si usted me ayuda, puedo curarlo. Si usted es un buen tipo, Ramtés. Es una pena.
· (Ramtés) Usted también es un buen tipo pero no es feliz. Y lo que más me preocupa es que creo que lo sabe y no le importa. ¿Por qué los seres humanos parecen resignarse a tantas cosas que los están destruyendo? Y ¿Por qué hacen tan poco por modificar esas cosas? ¿Se están suicidando por estúpidos o están pagando culpas?

· (Julio) Usted está totalmente chiflado pero debo reconocer que es un chiflado muy especial, me preocupa Ramtés. De verdad me preocupa.
· (Ramtés) Y yo le agradezco que se preocupe por mí. No creo que sea habitual que alguien se preocupe por otra persona en este lugar.
· (Julio) ¿En este hospital?
· (Ramtés) En este planeta.

· (Julio) Ramtés, si usted no es un chiflado, yo tendría que admitir que realmente es un extraterrestre. ¿Sabe lo que eso significaría? Que el chiflado soy yo.
· (Ramtés) La naturaleza sólo permite un desarrollo muy lento. Favorece más fácilmente un cambio de especie que un cambio de conciencia. Yo soy más racional que ustedes. Respondo racionalmente a los estímulos. Si alguien sufre, lo consuelo. Alguien me pide ayuda, se la doy. ¿Por qué entonces usted cree que estoy loco? Si alguien me mira, lo miro. Alguien me habla, lo escucho. Ustedes se han ido volviendo locos de a poco por no reconocer esos estímulos. Simplemente por haber ido ignorándolos. Alguien se muere, y ustedes lo dejan morir. Alguien pide ayuda y ustedes miran para otro lado. Alguien tiene hambre y ustedes dilapidan lo que tienen. Alguien se muere de tristeza, y ustedes lo encierran para no verlo. Alguien que sistemáticamente adopte esas conductas, que camine entre las víctimas como si no estuvieran, podrá vestirse bien, podrá pagar sus impuestos, ir a misa, pero no me va a negar que está enfermo. Su realidad es espantosa, doctor. ¿Por qué no dejan de una vez la hipocresía y buscan la locura de este lado? Y se dejan de perseguir a los tristes, a los pobres de espíritu, a los que no compran porque no quieren, o porque no pueden toda esa mierda que usted me vendería de muy buena gana. Si pudiera, claro.

Frase de Schopenhauer!

«Debo confesarlo sinceramente. La vista de cualquier animal me regocija al punto y me ensancha el corazón, sobre todo la de los perros, y luego la de todos los animales en libertad, aves, insectos, etc. Por el contrario, la vista de los hombres excita casi siempre en mí una aversión muy señalada, porque con cortas excepciones, me ofrecen el espectáculo de las deformidades más horrorosas y variadas: fealdad física, expresión moral de bajas pasiones y de ambición despreciable, síntomas de locura y perversidades de todas clases y tamaños; en fin, una corrupción sórdida, fruto y resultado de hábitos degradantes. Por eso me aparto de ellos y huyo a refugiarme en la naturaleza, feliz al encontrar allí a los brutos.»

Fragmento de Schopenhauer!

Denn da der ganze Mensch nur die Erscheinung seines Willens ist; so kann nichts verkehrter sein, als, von der Reflexion ausgehend, etwas Anderes sein zu wollen, als man ist <...> [Puesto que el hombre en su totalidad es sólo el fenómeno de su voluntad, nada puede resultar más absurdo que, partiendo de la reflexión, querer ser algo distinto de lo que se es <...>]

Pizarnik

no
las palabras
no hacen el amor
hacen la ausencia
si digo agua ¿beberé?
si digo pan ¿comeré?
en esta noche en este mundo
extraordinario silencio el de esta noche
lo que pasa con el alma es que no se ve
lo que pasa con la mente es que no se ve
lo que pasa con el espíritu es que no se ve
¿de dónde viene esta conspiración de invisibilidades?
ninguna palabra es visible

Fragmentos de "El hechicero" - Vladimir Nabovok

No hacía falta más que un solo paso para felicitar al destino por la inteligencia que había demostrado con su espléndido comportamiento, o para notar en su sangre el primer y delicioso latido: el lobo solitario se disponía a ponerse el gorro de dormir de la Abuela.

Dando apresuradamente por supuesto que el sufrimiento y el sueño eran el destino natural de los humanos, que los gusanos tenían caritas amables, y que la suprema flotación supina era algo que ocurría en una feliz estratosfera, a punto estuvo él de contestarle que la muerte, como tal, siempre había sido y siempre sería una obscena idiotez.

Y mientras preparaba el equipaje encontró casualmente en su escritorio una moneda con la que había tropezado en cierta ocasión (la cual, por cierto, resultó ser falsa). Sonrió: el talismán había cumplido con su tarea.

Viviremos lejos, unas veces en las colinas, otras junto al mar, en un invernadero cálido donde la desnudez salvaje será automáticamente habitual, perfectamente solos, sin ver a nadie, nosotros dos en un eterno cuarto.

Habrá diversiones constantes, brincos, besos matutinos, peleas en la cama compartida, una única y enorme esponja derramando sus lágrimas en cuatro hombros, chorreando en medio de risas por entre cuatro piernas.

Cuando abandonaban cualquiera de esas partes sus ojos volvían siempre a converger en la misma fisura agamuzada, que daba la sensación de estar cobrando vida bajo su mirada prismática. Aún no sabía qué acción emprender, por miedo a perderse alguna cosa, a no aprovechar plenamente la firmeza feérica que poseía el sueño.

Frases de Sabato!

"Vivir consiste en construir futuros recuerdos."

"Nietzsche afirmó la preeminencia de la vida sobre la ciencia; para él, como para Kierkegaard, la existencia no puede ser
regida por las razones, porque la vida es contradictoria y paradojal."

"Ser original es en cierto modo estar poniendo de manifiesto la mediocridad de los demás."

"La vanidad es tan fantástica, que hasta nos induce a preocuparnos de lo que pensarán de nosotros una vez muertos y
enterrados."

"El artista debe ser mezcla de niño, hombre y mujer."

"El proceso cultural es un proceso de domesticación que no puede llevarse a cabo sin rebeldía por parte de la naturaleza
animal, ansiosa de libertad."

"Yo creo que la verdad es perfecta para las matemáticas, la química, la filosofía, pero no para la vida. En la vida, la ilusión,
la imaginación, el deseo, la esperanza cuentan más."

Fragmentos de Cortazar

- Como no sabías disimular me di cuenta en seguida de que para verte como yo quería era necesario empezar por cerrar los ojos.

- Cuántas palabras, cuántas nomenclaturas para un mismo desconcierto. A veces me convenzo de que la estupidez se llama triángulo, de que ocho por ocho es la locura o un perro.

- Pero detrás de toda acción había una protesta, porque todo hacer significaba salir de para llegar a, o mover algo para que estuviera aquí y no allí, o entrar en esa casa en vez de no entrar o entrar en la de al lado, es decir que en todo acto había la admisión de una carencia, de algo no hecho todavía y que era posible hacer, la protesta tácita frente a la continua evidencia de la falta, de la merma, de la parvedad del presente. Creer que la acción podía colmar, o que la suma de las acciones podía realmente equivaler a una vida digna de este nombre, era una ilusión de moralista. Valía más renunciar, porque la renuncia a la acción era la protesta misma y no su máscara.

- ¿Y el Tiempo? Todo recomienza, no hay un absoluto. Después hay que comer o descomer, todo vuelve a entrar en crisis. El deseo cada tantas horas, nunca demasiado diferente y cada vez otra cosa: trampa del tiempo para crear las ilusiones. «Un amor como el fuego, arder eternamente en la contemplación del Todo. Pero en seguida se cae en un lenguaje desaforado.

- El alacrán clavándose el aguijón, harto de ser un alacrán pero necesitando de su alacranidad para acabar con el alacrán.

Utopia


Ella está en el horizonte -dice Fernando Birri-. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para que sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar. Eduardo Galeano Hughes

Fragmento de Soren Kierkegaard

El espectáculo más ridículo para mí es el de andar apresurado por todo, el que ofrece un hombre que se mata trabajando y buscando comida. Por eso cuando veo que una mosca se posa en la nariz de un negociante en el momento crítico, o que éste es salpicado por un carro que pasa ante él con más prisa aún, o que se hunde un puente de madera, o que se le cayó encima una teja y le mató, me río con verdaderas ganas. ¿Y quién podría dejar de reir? ¿Qué arreglan con sus prisas esos hombres? ¿No les ocurre acaso lo que a aquella mujer que, al declararse un incendio en su casa, en su prisa salvó las tenazas de la lumbre? ¿Qué otra cosa salvaron ellos del gran incendio de la vida?

Frases de Rayuela - Julio Cortázar!

"Hojo Horacio"

"Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras…”

“Y pensábamos en cosa increíble que habíamos leído, que un pez solo en su pecera se entristece y entonces basta ponerle un espejo y el pez vuelve a estar contento…”

“¿Y el tiempo?, todo recomienza, no hay un absoluto”

“El deseo cada tantas horas, nunca demasiado diferente y cada vez otra cosa: trampa del tiempo para crear ilusiones…”

“Explicar, explicar. Ustedes si no nombran las cosas ni siquiera las ven. Y esto se llama Perro, y esto se llama Casa, hay que mostrar, no explicar.

– ¿mostrar que?
– Las únicas justificaciones de que estamos vivos”

“Hay ausencias que representan un verdadero triunfo”

“Suspiro, todos suspiraban cuando ella hacia una pregunta, algunos no solo suspiraban sino que resoplaban. Cada vez que alguien se escandalizaba de sus preguntas, una sensación violeta, una masa violeta envolviéndola por un momento. Ya casi no le importaba el suspiro, después de Horacio poco podían importarle los suspiros de nadie cuando hacia una pregunta”

“Comprendería tal vez que tu egocentrismo barato no te da ninguna realidad valida. Te da una creencia tan fundada en el terror, una necesidad de afirmar lo que te rodea para no caerte dentro del embudo y salir por otro lado vaya a saber adonde”

“- Sin lenguaje no hay hombre, sin historia no hay hombre.

– sin crimen no hay asesino, nada te prueba que el hombre no hubiera podido ser diferente. Lo absurdo no son las cosas, lo absurdo es que las cosas estén ahí y las sintamos como absurdas.”

“Los milagros nunca me han parecido absurdos, lo absurdo es lo que los precede y los sigue.”

“No aprendas datos idiotas, para que te vas a poner anteojos si no los necesitas”

“Para gente como ella el misterio empezaba precisamente en la explicación”

“Cierra los ojos y da en el blanco”

“Exactamente el sistema zen de tirar al arco, pero da en el blanco simplemente por que no sabe que ese es el sistema”

“No me confundas con el bebe, vamos a acabar hablándole en glíglico al almacenero o a la portera, se va a armar un lio espantoso”

“Siempre inevitablemente los minouche morrongos miaumiau kitten kat chat cat gatto grises y blancos y negros, dueños del tiempo”

“Ese idiota que quería ver para creer?… Feliz ella que podía creer sin ver”

“Vos no podrías, vos pensas demasiado antes de hacer nada”

“En todo acto había admisión de una carencia, de algo no hecho todavía y que era posible hacer”

“Por que toda acción significa: salir de, para llegar a…”

Frase de Kierkegaard!

El hombre sabe que su ser es existir, y sabe, además, que este existir es temor y temblor, desesperación y angustia. El hombre sabe que vive en el pecado, y que su ser —y aun su «Genialidad»— es el pecado. Sabe, en suma, que está suspendido continuamente en la nada. Sabe todo esto, pero se lo oculta a sí mismo porque pretende llevar una vida sapiente y objetiva, porque tiene la ilusión de poder vivir en el estadio «estético», porque aspira a la felicidad, a la endemonia.

Anécdota de Lenin!

Comentan que alguna vez Lenin dijo “si escucho la Appassionata no hago la revolución. No se puede escucharla y ser malo”.

Lo que dijo más concretamente Lenin es que cuando la escuchaba le daban ganas de acariciar a los hombres capaces de crear cosas tan hermosas y “en estos tiempos no puedes acariciar a nadie porque te cortan la mano”.

Mi frase PREFERIDA de Kierkegaard

"El tiempo pasa, la vida es un río..." dicen los hombres. Yo no lo noto. El tiempo está parado y yo también. Todos los planes que lanzo vuelven directamente a mí. Cuando quiero escupir, me escupo a mí mismo en la cara.

Kierkegaard

La mayoría de los hombres corren demasiado tras los placeres, pasando ante ellos sin gozarlos. Les pasa lo que a aquel enano que cuidaba en su palacio de un princesa cautiva. Un día se puso a dormir la siesta y al despertarse una hora después, se encontró con que la princesa se había escapado. Se calzó a toda prisa las botas de cien leguas; y de un solo paso ya la había dejado muy atrás.

La ley es ésta: si la proclamación es verdad, debe producir lo que proclama.

Fragmento de Historia de mi vida - Antón Chéjov!

"El encargado me dijo: 'Le tengo a usted aquí sólo por respeto a su venerable padre; de lo contrario hace mucho tiempo que hubiera usted salido volando.' Yo le dije. 'Me lisonjea usted demasiado, excelencia, al suponer que yo sé volar'. Luego, oí como decía: “Llévense a este señor, me ataca los nervios'."

Fragmento de "La noche de las Tríbadas" - Per Olov Enquist

"SCHIWE (asombrado, hablando para sí mismo).- Si al menos pudiese comprender… qué es, en realidad, lo que tienen de extraordinario los escritores.
SIRI.-¡¡Nada!!
STRINDBERG.- Yo se lo voy a decir. Escribimos palabras. En el fondo eso es realmente extraordinario.
SCHIWE.- Realmente … ¿lo es?
STRINDBERG.-Yo pongo por escrito en un papel los sentimientos y los temores de los hombres antes de que ellos noten que los tienen. ¡Un año antes – diez años – cien años antes! Cuando ven las palabras, los sentimientos, bien documentados, se asustan y se indignan. Y no por el terrorismo que ejercen las señoras sobre nosotros. Que sería lo natural. No. ¡Se indignan contra el que lo ha escrito!¡Eso es lo que a mí me parece extraordinario!"

Fragmento de "El abanico de Lady Windermere" - Oscar Wilde!

"LORD DARLINGTON: ¡No, no me quiere!
DUMBY: Pues te felicito, chico. En este mundo hay sólo dos tragedias. Una es no conseguir lo que uno quiere, y otra, conseguirlo. Esta última es la peor, ¡esta última es una verdadera tragedia!"

Frase de Voltaire!

Quisiera yo saber qué es peor, ¿ser violada cien veces al día por piratas negros, verse cortar una nalga, pasar por baquetas entre los búlgaros, ser azotado y ahorcado en un auto de fe, ser disecado, remar en galeras, y finalmente padecer cuantas desventuras hemos pasado, o estar aquí sin hacer nada?

Fragmentos de "Diario, una novela" - Chuck Palahniuk!

Edgar Allan Poe estudió grafología. Todo el mundo estaba intentando vincular lo físico y lo emocional. El cuerpo y la mente. El mundo y la imaginación. Este mundo y el otro.

A veces leer puede ser como recibir una bofetada en la cara.

Misty cuenta que para captar adecuadamente la expresión de dolor, el escultor Berníni dibujaba bocetos de su propia cara mientras se quemaba la pierna con una vela. Que cuando Géricault pintó "La balsa de la Medusa" fue a un hospital para dibujar las caras de los pacientes que agonizaban. Que se llevaba sus cabezas y brazos cortados a su estudio para estudiar cómo cambiaba la piel de color a medida que se iba pudriendo.

Aquella era la teoría sobre la paradoja de ser un artista profesional. El hecho de que nos pasamos la vida intentando expresarnos bien pero no tenemos nada que decir. Queremos que la creatividad sea un sistema de causa y efecto. Resultados. Producto vendible. Queremos que la dedicación y la disciplina equivalgan al reconocimiento y la recompensa.

De acuerdo con Peter, nada nos cabrea más que el hecho de que un drogadicto, un vago total o un pervertido baboso creen una obra maestra. Como si fuera un accidente. Algún idiota que no tiene miedo de decir qué es lo que ama. -Platón -dice Peter, y gira la cabeza para soltar un salivazo verde entre las hierbas-. Platón dijo: «Aquel que se acerque al templo de las Musas sin inspiración, creyendo que la mera técnica basta, será siempre un ladrón y su poesía será eclipsada por los cantos de los maníacos». Se metió otra hierba en la boca, la masticó y dijo: Así pues, ¿Qué es lo que te convierte en maníaca?

Miguel Ángel era un maníaco-depresivo que se retrató a sí mismo como mártir flagelado en su cuadro. Que Henri Matisse dejó la abogacía por una apendicitis. Que Robert Schumann solamente empezó a componer después de que se le paralizara la mano derecha y eso terminara con su carrera de concertista de piano.

Hablaste de Nietzsche y de su sífilis terciaria. De Mozart y su uremia. De Paul Klee y el escleroderma que le encogió las articulaciones y los músculos hjsu matarlo. De Frida Kahlo y la espina bífida que le llenaba las piernas de llagas sangrantes. De lord Byron y su pie deforme. De las hermanas Bronté y su tuberculosis. De Mark Rothko y su suicidio. De Flannery O'Connor y su lupus. 
La inspiración necesita enfermedad, heridas y locura.
- De acuerdo con Thomas Mann -dijo Peter-, los grandes artistas son grandes inválidos.

Retrospectiva

"Cuando el pasado se haga presente, y presente y futuro sean un mero recuerdo, el universo debera arrodillarse ante un nuevo amanecer"

Poemas de Benedetti en "El lado oscuro del corazón"!

No te quedes inmóvil al borde del camino,
no congeles el júbilo,
no quieras con desgana,
no te salves ahora ni nunca, no te salves.
No te llenes de calma,
no reserves del mundo sólo un rincón tranquilo,
no dejes caer los párpados, pesados como juicios,
no te quedes sin labios,
no te duermas sin sueño,
no te pienses sin sangre,
no te juzgues sin tiempo.

Pero si pese a todo no puedes evitarlo y congelas el júbilo,
y quieres con desgana,
y te salvas ahora
y te llenas de calma,
y reservas del mundo sólo un rincón tranquilo,
y dejas caer los párpados pesados como juicios,
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño,
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo,
y te quedas inmóvil al borde del camino,
y te salvas...
Entonces... no te quedes conmigo.

Me importa un pito que las mujeres tengan los senos como magnolias o como pasas de higo, un cutis de durazno o de papel de lija. Le doy una importancia igual a cero al hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco o con un aliento insecticida. Soy perfectamente capaz de soportar una nariz que sacaría el primer premio en una exposición de zanahorias, pero eso sí, y en esto soy irreductible, no les permito, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar, pierden el tiempo conmigo.


Mi táctica es mirarte
aprender como sos
quererte como sos
mi táctica es hablarte y escucharte
construir con palabras un puente indestructible
mi táctica es quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé con qué pretexto
pero quedarme en vos
mi táctica es ser franco y saber que sos franca
y que no nos vendamos simulacros
para que entre los dos no haya telón ni abismos

Mi estrategia es en cambio más profunda y más simple
mi estrategia es que un día cualquiera
no sé cómo ni sé con qué pretexto
por fin me necesites.

Mario Benedetti

- No has cambiado nada... ¿Cuándo vas a dejar de ser un niño?
- ¿Para qué?
- Bueno, pero cuéntame, ¿estás con alguna chica o sigues buscando a la ideal?
- Es muy difícil.
- ¿Qué es difícil?
- El amor. ¿Cómo amar sin poseer? ¿Cómo dejar que te quieran sin que te falte el aire?
Amar es un pretexto para adueñarse de la vida del otro, para volverlo tu esclavo. 
Para transformar su vida en tu vida. ¿Cómo amar sin pedir nada a cambio, sin necesitar nada a cambio...?
- Si no hubiera pasado el tiempo, diría que esto es un reproche, pero en realidad creo que estás asustado. Y si estás asustado es porque algo fuerte te pasa.
Casi siempre, el error que cometemos es pensar solo en lo que nos pasa a nosotros. Nos parece tan importante eso que sentimos que nada que le pase al otro puede ser tan importante como eso que sentimos.
Y esa contradicción, suele ser trágica.
- Sino hubiera pasado el tiempo, diría que esto es una autocrítica.

Una Pelea - Dolina

Me enpujaron a la salida. Hubo un tumulto blanco y después de una
rápida investigación, quedé frente a frente con Carlos.
-¿Qué me empujás?
Se formó una rueda. Alguien gritó:
-Fajálo...
Niñas aterrorizadas se sumarn al grupo.
Carlos se puso muy colorado. Manos crueles lo empujaron hacia mí.
Tito, falso caudillo y sujeto temido, me dijo:
-Dale... ¿O le tenés miedo?
Entonces le acomodé una piña y ahora ya sé que soy cobarde.

Friedrich Nietzsche

"El individuo ha luchado siempre para no ser absorbido por la tribu. Si lo intentas, a menudo estarás solo, y a veces asustado. Pero ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo"

No te entregues a la urbe, no entres en el circulo!

Fragmento de "Los siete locos" - Roberto Arlt!

"Erdosain encontraba en cada gesto de Barsut razones para encorajinarse y desearle muertes atroces. Y Barsut, como si presintiera los sentimientos del otro, parecía ejecutar ex profeso las groserías más repugnantes. Así, Erdosain no olvidó jamás este hecho:
Fue un anochecer en que habían ido a tomar un vermouth. Acompañando la bebida, el mozo trajo un platito de papas en ensalada, con mostaza. Barsut clavó con tal avidez el escarbadientes en un trozo de papa que volcó la ensalada sobre el mármol ennegrecido por el roce de las manos y la ceniza de los cigarrillos. Erdosain lo observó, irritado. Entonces, Barsut, burlándose, recogió pedazo por pedazo y al llegar al último restregó con éste la mostaza derramada en el mármol, llevándoselo después a la boca con una sonrisa irónica.
– Podrías lamer el mármol –observó Erdosain asqueado.
Barsut le dirigió una mirada extraña, casi provocativa. Luego inclinó la cabeza y su lengua enjugó el mármol.
– ¿Estás contento?
Erdosain palideció.
– ¿Te has vuelto loco?
– ¿Qué? ¿Te vas a hacer mala sangre?
Y de pronto Barsut, riéndose, amable, disuelta esa especie de frenesí que lo había enfoscado toda la tarde, se levantó diciendo futilezas.
De ese hecho no se olvidó ya más Erdosain: la cabeza rapada, color de bronce, inclinada sobre el mármol y una lengua adherida a la viscosidad de la piedra amarilla."

Frase de Julio Cesar!

"La verdad jamás estará en los ignorantes, en los cobardes, en los cómplices, en los serviles y menos aún en los idiotas"

Tabaquería - Fernando Pessoa

No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo.

Ventanas de mi cuarto,
de mi cuarto de uno de los millones de gente que nadie sabe quién es
(y si supiesen quién es, ¿qué sabrían?),
dais al misterio de una calle constantemente cruzada por la gente,
a una calle inaccesible a todos los pensamientos,
real, imposiblemente real, evidente, desconocidamente evidente,
con el misterio de las cosas por lo bajo de las piedras y los seres,
con la muerte poniendo humedad en las paredes y cabellos blancos en los hombres,
con el Destino conduciendo el carro de todo por la carretera de nada.

Hoy estoy vencido, como si supiera la verdad.
Hoy estoy lúcido, como si estuviese a punto de morirme
y no tuviese otra fraternidad con las cosas
que una despedida, volviéndose esta casa y este lado de la calle
la fila de vagones de un tren, y una partida pintada
desde dentro de mi cabeza,
y una sacudida de mis nervios y un crujir de huesos a la ida.

Hoy me siento perplejo, como quien ha pensado y opinado y olvidado.
Hoy estoy dividido entre la lealtad que le debo
a la tabaquería del otro lado de la calle, como cosa real por fuera,
y a la sensación de que todo es sueño, como cosa real por dentro.

He fracasado en todo.
Como no me hice ningún propósito, quizá todo no fuese nada.
El aprendizaje que me impartieron,
me apeé por la ventana de las traseras de la casa.
Me fui al campo con grandes proyectos.
Pero sólo encontré allí hierbas y árboles,
y cuando había gente era igual que la otra.
Me aparto de la ventana, me siento en una silla. ¿En qué voy a pensar?
¿Qué sé yo del que seré, yo que no sé lo que soy?
¿Ser lo que pienso? Pero ¡pienso ser tantas cosas!
¡Y hay tantos que piensan ser lo mismo que no puede haber tantos!
¿Un genio? En este momento
cien mil cerebros se juzgan en sueños genios como yo,
y la historia no distinguirá, ¿quién sabe?, ni a uno,
ni habrá sino estiércol de tantas conquistas futuras.
No, no creo en mí.
¡En todos los manicomios hay locos perdidos con tantas convicciones!
Yo, que no tengo ninguna convicción, ¿soy más convincente o menos convincente?

No, ni en mí...
¿En cuántas buhardillas y no buhardillas del mundo
no hay en estos momentos genios-para-sí-mismos soñando?
¿Cuántas aspiraciones altas y nobles y lúcidas
-sí, verdaderamente altas y nobles y lúcidas-,
y quién sabe si realizables, no verán nunca la luz del sol verdadero
ni encontrarán quien les preste oídos?
El mundo es para quien nace para conquistarlo
y no para quien sueña que puede conquistarlo, aunque tenga razón.
He soñado más que lo que hizo Napoleón.
He estrechado contra el pecho hipotético más humanidades que Cristo,
he pensado en secreto filosofías que ningún Kant ha escrito.
Pero soy, y quizá lo sea siempre, el de la buhardilla,
aunque no viva en ella;
seré siempre el que no ha nacido para eso;
seré siempre el que tenía condiciones;
seré siempre el que esperó que le abriesen la puerta al pie de una pared sin puerta
y cantó la canción del Infinito en un gallinero,
y oyó la voz de Dios en un pozo tapado.
¿Creer en mí? No, ni en nada.
Derrámame la naturaleza sobre mi cabeza ardiente
su sol, su lluvia, el viento que tropieza en mi cabello,
y lo demás que venga si viene, o tiene que venir, o que no venga.
Esclavos cardíacos de las estrellas,
conquistamos el mundo entero antes de levantarnos de la cama;
pero nos despertamos y es opaco,
nos levantamos y es ajeno,
salimos de casa y es la tierra entera,
y el sistema solar y la Vía Láctea y lo Indefinido.

(¡Come chocolatinas, pequeña,
come chocolatinas!
Mira que no hay más metafísica en el mundo que las chocolatinas,
mira que todas las religiones no enseñan más que la confitería.
¡Come, pequeña sucia, come!
¡Ojalá comiese yo chocolatinas con la misma verdad con que comes!
Pero yo pienso, y al quitarles la platilla, que es de papel de estaño,
lo tiro todo al suelo, lo mismo que he tirado la vida.)

Pero por lo menos queda de la amargura de lo que nunca seré
la caligrafía rápida de estos versos,
pórtico partido hacia lo Imposible.
Pero por lo menos me consagro a mí mismo un desprecio sin lágrimas,
noble, al menos, en el gesto amplio con que tiro
la ropa sucia que soy, sin un papel, para el transcurrir de las cosas,
y me quedo en casa sin camisa.

(Tú, que consuelas, que no existes y por eso consuelas,
o diosa griega, concebida como una estatua que estuviese viva,
o patricia romana, imposiblemente noble y nefasta,
o princesa de trovadores, gentilísima y disimulada,
o marquesa del siglo dieciocho, descotada y lejana,
o meretriz célebre de los tiempos de nuestros padres,
o no sé qué moderno -no me imagino bien qué-,
todo esto, sea lo que sea, lo que seas, ¡si puede inspirar, que inspire!
Mi corazón es un cubo vaciado.
Como invocan espíritus los que invocan espíritus, me invoco
a mí mismo y no encuentro nada.
Me acerco a la ventana y veo la calle con absoluta claridad,
veo las tiendas, veo las aceras, veo los coches que pasan,
veo a los entes vivos vestidos que se cruzan,
veo a los perros que también existen,
y todo esto me pesa como una condena al destierro,
y todo esto es extranjero, como todo.)

He vivido, estudiado, amado, y hasta creído,
y hoy no hay un mendigo al que no envidie sólo por no ser yo.
Miro los andrajos de cada uno y las llagas y la mentira,
y pienso: puede que nunca hayas vivido, ni estudiado, ni amado ni creído
(porque es posible crear la realidad de todo eso sin hacer nada de eso);
puede que hayas existido tan sólo, como un lagarto al que cortan el rabo
y que es un rabo, más acá del lagarto, removidamente.

He hecho de mí lo que no sabía,
y lo que podía hacer de mí no lo he hecho.
El disfraz que me puse estaba equivocado.
Me conocieron enseguida como quien no era y no lo desmentí, y me perdí.
Cuando quise quitarme el antifaz,
lo tenía pegado a la cara.
Cuando me lo quité y me miré en el espejo,
ya había envejecido.
Estaba borracho, no sabía llevar el dominó que no me había quitado.
Tiré el antifaz y me dormí en el vestuario
como un perro tolerado por la gerencia
por ser inofensivo
y voy a escribir esta historia para demostrar que soy sublime.

Esencia musical de mis versos inútiles,
ojalá pudiera encontrarme como algo que hubiese hecho,
y no me quedase siempre enfrente de la tabaquería de enfrente,
pisoteando la conciencia de estar existiendo
como una alfombra en la que tropieza un borracho
o una estera que robaron los gitanos y no valía nada.

Pero el propietario de la tabaquería ha asomado por la puerta y se ha quedado a la puerta.
Le miro con incomodidad en la cabeza apenas vuelta,
y con la incomodidad del alma que está comprendiendo mal.
Morirá él y moriré yo.
Él dejará la muestra y yo dejaré versos.
En determinado momento morirá también la muestra, y los versos también.
Después de ese momento, morirá la calle donde estuvo la muestra,
y la lengua en que fueron escritos los versos,
morirá después el planeta girador en que sucedió todo esto.
En otros satélites de otros sistemas cualesquiera algo así como gente
continuará haciendo cosas semejantes a versos y viviendo debajo de cosas semejantes a muestras,
siempre una cosa enfrente de la otra,
siempre una cosa tan inútil como la otra,
siempre lo imposible tan estúpido como lo real,
siempre el misterio del fondo tan verdadero como el sueño del misterio de la superficie,
siempre esto o siempre otra cosa o ni una cosa ni la otra.

Pero un hombre ha entrado en la tabaquería (¿a comprar tabaco?),
y la realidad plausible cae de repente encima de mí.
Me incorporo a medias con energía, convencido, humano,
y voy a tratar de escribir estos versos en los que digo lo contrario.
Enciendo un cigarrillo al pensar en escribirlos
y saboreo en el cigarrillo la liberación de todos los pensamientos.
Sigo al humo como a una ruta propia,
y disfruto, en un momento sensitivo y competente,
la liberación de todas las especulaciones
y la conciencia de que la metafísica es una consecuencia de encontrarse indispuesto.

Después me echo para atrás en la silla
y continúo fumando.
Mientras me lo conceda el destino seguiré fumando.
(Si me casase con la hija de mi lavandera
a lo mejor sería feliz.)
Visto lo cual, me levanto de la silla. Me voy a la ventana.

El hombre ha salido de la tabaquería (¿metiéndose el cambio en el bolsillo de los pantalones?).
Ah, le conozco: es el Esteves sin metafísica.
(El propietario de la tabaquería ha llegado a la puerta.)
Como por una inspiración divina, Esteves se ha vuelto y me ha visto.
Me ha dicho adiós con la mano, le he gritado ¡Adiós, Esteves! , y el Universo
se me reconstruye sin ideales ni esperanza, y el propietario de la tabaquería se ha sonreído.

Fragmento de Fernando Pessoa!

—Pero, si el mundo es acción, ¿cómo es que el sueño forma parte del mundo?
—Es que el sueño, señora mía, es una acción que se tornó idea y que por eso conserva la fuerza del mundo y le repugna la materia, que es el estar en el espacio. ¿No es verdad que somos libres en el sueño?
—Sí, pero es triste despertar...
—El buen soñador no despierta. Yo nunca desperté.

Iemanjá

...sin antes tocar la tierra con las yemas de los dedos y besar en ellos la huella del polvo.

Fragmento de Fernando Pessoa (Espejo lunar blanco)

En la vida de hoy, el mundo sólo pertenece a los estúpidos, a los insensibles y a los agitados. El derecho a vivir y a triunfar se conquista hoy con los mismos procedimientos con que se conquista el internamiento en un manicomio: la incapacidad de pensar, la amoralidad y la hiperexcitación.

Encaro serenamente, sin nada más que lo que en el alma represente una sonrisa, el encerrárseme siempre la vida en esta calle de los Doradores, en esta oficina, en esta atmósfera de esta gente. Tener lo que me dé para comer y beber, y dónde vivir, y el poco espacio libre en el tiempo para soñar, escribir, dormir ¿Qué más puedo yo pedir a los Dioses o esperar del Destino?
(...)
Si yo tuviese el mundo en la mano, lo cambiaria, estoy seguro, por un billete para la calle de los Doradores.

(Justo lo leí hoy: "espejo lunar blanco (158)")

Vida y hechos de Alexis Zorba - Nikos Kazantzaki, Fragmento.

Ambos estábamos cansados, pero no queríamos dormir. No queríamos perder el veneno de la jornada. El sueño se nos antojaba como una fuga en la hora de la prueba, y nos daba vergüenza acostarnos. Nos sentamos, pues a la orilla del mar. Zorba colocó la jaula entre las rodillas y permaneció en silencio. Una inquietante constelación asomó detrás de la montaña, monstruo de múltiples ojos y cola en espiral. De vez en cuando una estrella desprendíase y caía.
Zorba contemplaba el cielo, extasiado, con la boca abierta, como si por primera vez lo viera.
-¡¿Quién sabe qué pasa allá arriba! –murmuró.
Al cabo de un instante se decidió a hablar:
-¿Podrías tú decirme, patrón –dijo y su voz resonó solemne, conmovida, en la noche calurosa-, podrías tú decirme qué significado tienen todas estas cosas? ¿Quién las hizo? ¿Por qué las hizo? Y, sobre todo, esto –la voz le tembló de cólera y de temor-: ¿Por qué morimos?
-¡No lo sé, Zorba! –le respondí tímidamente, como si me preguntase lo más sencillo, lo más evidente, y yo no supiera darle razón de ello.
-¡No sabes! –dijo Zorba.
Abrió los ojos manifestando igual sorpresa que aquella noche en que hube de confesarle que no sabía bailar.
Guardó silencio un momento y de improviso estalló:
-¿Para qué sirven entonces todos los libros que lees? ¿Para qué los lees? Y si no dicen eso, ¿Qué dicen?
-Hablan de la perplejidad del hombre que no halla respuesta a lo que preguntas, Zorba.
-¡A mí no me interesa un comino la perplejidad del hombre! –exclamó disgustado, golpeando el suelo con el pie.
El loro, oyendo la voz exasperada de Zorba, se sobresaltó:
-¡Canavaro! ¡Canavaro! –gritó como pidiendo socorro.
-¡Calla, tú! –le dijo Zorba, dando una palmada en la jaula. Luego continuó-: Lo que yo quiero es que me digas de dónde venimos y a dónde vamos. Tantos años consumidos en la lectura de mamotretos te habrán dado el jugo de dos o tres mil kilos de papel impreso. ¿Qué sacaste de ellos en definitiva?
Había tal angustia en su voz, que me sentí turbado.
¡Ah, cómo hubiera deseado darle la respuesta clara que de mí esperaba!
Yo tenia la convicción de que el punto más alto a que puede llegar el hombre no es el del Saber, ni el de la Virtud, ni el de la Bondad, ni el de la Victoria, sino algo mucho más valioso, más heroico y desesperado: el sagrado sentir de lo poético.
-¿No me dices nada? –preguntó Zorba con ansiedad.
Traté que mi compañero comprendiera qué es ese Sentir que agiganta al hombre:
- Nosotros somos unos gusanillos, Zorba, unos gusanillos muy pequeñitos que nos arrastramos por una hojita de un árbol enorme. La hojita es la tierra que habitamos. Otras hojas son las estrellas que tú ves girar durante la noche. Caminamos a lo largo de nuestra hojita y la examinamos ansiosamente. La olemos y nos huele bien o mal. La probamos y nos resulta comestible. Damos golpes en ella, y suena y clama como un ser viviente.
Algunos hombres, los más intrépidos, se acercan a los bordes de la hoja. Desde allí, se asoman, abren los ojos, tienden el oído hacia el caos. Los que allí llegamos sentimos hondo estremecimiento. Intuimos el medroso precipicio abierto ante nosotros, oímos de tarde en tarde el roce de las otras hojas del árbol gigantesco, advertimos que la savia sube desde las raíces profundas y que nuestro corazón se ensancha al compás de ese impulso. Asomados de tal modo al abismo, todo nuestro cuerpo, el alma toda, se nos estremecen de terror. Pues bien, a partir de entonces empieza…
Me interrumpí. Quería decir: a partir de entonces comienza la poesía; pero Zorba no lo hubiera entendido. Callé.
-¿Qué empieza? –Preguntó Zorba con ansioso tono-. ¿Por qué te detienes?
-…empieza el gran peligro, Zorba. Unos sienten vértigos y deliran; los otros sienten miedo, se esfuerzan por hallar alguna explicación que les devuelva el ánimo, y dicen: “Dios”. Otros, en fin, desde el borde de la hoja contemplan el precipicio tranquilos, valientemente, y se dicen: “Me gusta”.
Zorba meditó largo rato. Se afanaba por comprender.
-Yo-dijo al cabo- tengo presente a cada instante a la muerte. La miro de frente y no me asusta. Sin embargo, jamás he dicho: me gusta. ¡No, no me gusta absolutamente nada! No estoy de acuerdo.
Hubo una pausa, pero pronto exclamó de nuevo:
-no, no soy de los que le brindan el cuello a Caronte diciéndole: ¡Desguéllame como a un cordero, señor Caronte, para que pueda irme cuanto antes al Paraíso!
Lo escuchaba perplejo: ¿Quién era el sabio que se esforzaba por enseñar a sus discípulos a cumplir voluntariamente lo que la ley impone? ¿Qué les enseñaba a decir “SI” a la necesidad, a transformar lo inevitable en expresión de libre voluntad? Ahí está, sin duda, la única senda hacia la liberación. Triste senda; pero no hay otra. ¿En caso contrario la rebelión? ¿El arrogante impulso quijotesco que lleva al hombre a luchar contra la ley interior de su alma, para negar todo lo que es, y crear de acuerdo con las leyes de su corazón, que se oponen a las leyes inhumanas de la naturaleza, un mundo nuevo, más puro, más moral, mejor?
Zorba me miró, comprendió que no me quedaba nada por decirle, alzó con cuidado la jaula para no despertar al loro, la colocó cerca de su cabeza y se tendió a lo largo.
-Buenas noches, patrón. Ya es suficiente.
Soplaba fuerte el viento del sur, venido de allá lejos, del África ardorosa. Venía a madurar las legumbres, los frutos, y los pechos de Creta. Lo sentía en la frente, en los labios, en el cuello, y lo mismo que una fruta, el corazón crujía y se hinchaba.
No podía, ni quería dormir. No pensaba en nada. Sólo percibía que en la cálida noche alguna cosa, alguien, maduraba en mí. Veía claramente el prodigioso espectáculo: el del cambio que en mí se producía. Lo que ocurre de ordinario en lo más oculto de las entrañas, veíalo yo manifiestamente a la luz, ante mis ojos. Agazapado a la orilla del mar, contemplaba el milagro. Las estrellas fueron perdiendo brillo, el cielo se aclaró, y sobre el fondo luminoso, como delicado dibujo a pluma, aparecieron las montañas, los árboles, las gaviotas.
Nacía el día.

“In the history of humanity there are no civilizations or cultures which fail to manifest, in one or a thousand ways, this need for an absolute that is called haeven, freedom, a miracle, a lost paradise to be regained, peace, the going beyond history; there is no era which fails to express the need for man to be transfigured ("the new man", "the superior man" "the superman") or which fails to express the desire for revolution, for the Ideal City, that is to say the desire to purify the world, to change it, to save it, to reintegrate it metaphysically. Humanity has never been satisfied with "reality such as it is". In pagan Greece, where the most perfect harmony seemed to exist between morality and joy, between nature and society, the Platonists, even though they lived beneath the most luminous sky were only a dark cavern and suffered because they were not able to contemplate the only essential light, that of the eternal ideas. The Stoics themselves passively accepted living an absurd, gray, everyday life because their metaphysics promised that wise men after death would contemplate the movements of the stars, that is to say absolute, nonterrestrial beauty. There ir no religion in which everyday life is not considered a prison; there is no philosophy or ideology that does not think that we live in alienation: in one way or another, and even in the ideologies that deny the myths they feed on despite themselves, humanity has always had a nostalgia for the freedom that is only beauty, this is only real life, plenitude, light.”

Eugène Ionesco.