jueves, 4 de junio de 2015

La salvación - Dario Sztajnszrajber

Tal vez al final de cuentas, todos buscamos la misma cosa: la salvación. Salvarnos del sinsentido de saber que la salvación no existe. ¿Pero pueden las instituciones salvarnos? ¿Puede el hombre salvar lo humano, o todo lo que toca lo destruye?
Tal vez toda salvación no sea más que un paseo sin rumbo. Como esa idea epicúrea del placer por caminar. No camino hacia ningún lado, no hay destino: el caminar es el fin. Recuperar el placer por lo gratuito, por el detalle, por lo que no reditúa…
Sí, caminar. La vida es un viaje abierto, una pregunta sin fin, un recorrer el abismo y hasta una caída. Por eso a veces necesitamos parar un poco y por eso inventamos ciudades y después casas y después puertas y después candados y después invertimos el mundo…
Nos quedamos sentados cuidando nuestras propiedades. Confundimos propiedad con lo propio y nos aferramos a las cosas como si fueran lo que somos. Y matamos por ellas. Nada nos pertenece. Ni siquiera los hijos. Los hijos no son propiedades, sino energía que fluye, que “nos” fluye y nos renueva en nuestra búsqueda. Soltar, despojarnos, expropiarnos. Abrirnos a lo que siempre continúa y nos excede…
Somos redes, rizomas. Convergemos en los caminos. Nos une nuestras diferencias. O como decía Epicuro de la amistad: nada nos une más que el compartir de casualidad y por un rato, un mismo recorrido…Perdernos en la apertura. O abrirnos a la perdición. Salir del tacho que es la casa que es la costumbre que es la necesidad. Todo es demasiado maravilloso para que nos encerremos en nosotros mismos.

Prefacio a la obra de Francoise Doltó "la Imagen Inconsciente del Cuerpo"

"...usted, lector, está allí, con este libro en sus manos, dispuesto a leerme, seguro que el suelo permanece firme, olvidado del espacio que lo contiene y del tiempo que lo atraviesa. Por supuesto, la mayor parte de nosotros goza de ese estado de sana despreocupación, pero hay seres, que heridos en su "Imagen de Base", están constantemente alertas, dispuestos a defenderse de un hipotético peligro inminente. Sufrir semejante aprensión, puramente imaginaria, les demanda un esfuerzo extenuante...

Vemos, pues, hasta qué punto la Imagen de Base es vital y esencial. Le procura a cada uno el triple sentimiento de permanecer estable, más allá de los incesantes desplazamientos en el espacio, de continuar siendo el mismo, más allá de los cambios en el tiempo y, por último, el sentimiento de seguir siendo consistente ante la alteridad de los seres y de las cosas da fundamento, en lo más profundo de cada uno de nosotros, a la certeza absoluta de continuar siendo siempre la misma persona a la vez que evolucionamos constantemente. NO soy el mismo que hace cinco minutos y, sin embargo soy el mismo desde hace cincuenta años. Precisamente esta antinomia entre lo diferente y lo idéntico es la que funda el "sí mismo". Ser uno mismo es, pues, ser ese que permanece estable, idéntico a sí mismo y consistente a pesar de los inevitables cambios que jalonan una existencia. Con todo si queremos aproximarnos lo más posible a la incognoscible esencia de ese "si mismo" descubriremos que el sentimiento de uno mismo, en el fondo, no es más que un nombre que designa un deseo, el deseo, de vivir, el amor innegable por la vida. Sí, sentirse uno mismo supone ante todo la inquebrantable voluntad de ser, de no dejar de ser, de ser al máximo nosotros mismos y hasta más allá de nosotros mismos. Francoise Doltó llama precisamente a ese deseo de vivir, de durar, y de superarse "narcisismo primordial".

Fragmento de Charles Bukowski - Hollywood

"Caí en un patético estado de desconexión. A menudo, con los humanos, ya sean buenos o malos, mis sentidos se cansan, simplemente desconectan, me doy por vencido. Soy educado. Asiento con la cabeza. Hago como si comprendiera porque no quiero que nadie se sienta herido. Este es mi punto débil, el que más problemas me ha causado. Muchas veces, cuando intento ser amable con los demás, lo que consigo es que mi alma se deshaga en una especie de pasta espiritual. No importa. Mi cerebro desconecta. Escucho. Respondo. Y los otros son demasiado estúpidos como para darse cuenta de que no estoy ahí."

Emil Cioran (Fragmentos)

"Afronta el instante con valor, se implacable con tu fatiga, no son los hombres quienes te revelaran los arcanos que yacen en tu ignorancia. Es el mundo el que se esconde en ella. Basta con que escuches en silencio y lo oirás todo. No existen ni verdad ni error, ni objeto ni figuración. Presta oídos al mundo que yace en algún rincón de ti mismo y que no precisa mostrarse para ser. Todo existe en ti, incluso espacio de sobra para los continentes del espíritu... El ser es un jamás absoluto."

“Nada, no me ha ayudado nada. Y si no hubiese tenido a mi alcance el largo del Concierto para dos violines de Bach ¿Cuántas veces no habría terminado? A él le debo el ser todavía. En la dolorosa e inmensa gravedad que me balanceaba fuera del mundo, del cielo, de los sentidos, de los pensamientos, todos los consuelos bajaban hacia mí y, como por encanto, volvía a ser, ebrio de agradecimiento. ¿A qué? A todo y a nada. Porque en ese largo hay una ternura por la nada, allí el estremecimiento alcanza su perfección dentro de la perfección de la nada.”

“Por lo general, todos creemos que estamos llenos de vida y alardeamos de nuestros esfuerzos y de su fruto. En realidad, llevamos a la espalda un saco vacío que llenamos de vez en cuando con migajas de realidad. El hombre es un mendigo de la existencia. Un ridículo ganapán en la irrealidad, un chapucero de la naturaleza.”