CANTOS
Traducción de Jan De Jager
Hemos querido conservar el remate,
To be men not
destroyers.
CANTO VIII*(…) «Viejos espíritus que en esta tierra
Moráis, de amor
transidos,
del laúd los sonidos convocad:
despertad el verano en la mente de
aquella
que no encuentra su igual ni en Helena,
Isolda o Betsabé»
(…) Di cui, de la cual él, Francesco, godeva molto.
Hacía la guerra más al sur,
en la cual en esos tiempos recibió una contundente paliza.
Y el emperador griego estaba en Florencia
(en Ferrara reinaba la peste)
Y con él Gemisto Pletón
Que habló de la guerra por el templo de Delfos
Y de Poseidón, concret Allgemeine,
y narró cómo Platón fue con Dionisio de Siracusa
porque había observado que los tiranos
eran los más eficaces en todo cuanto emprendían,
pero no fue capaz de convencer a Dionisio
de introducir mejora alguna.
Y en las puertas de Ancona, entre el portón delantero
Y las puertas principales,
Segismundo, aliado, tras atravesar fuerzas enemigas,
Para componer algún tipo de tratado, pasa un portón,
Y lo cierran antes de abrir el siguiente, y dice:
«Ahora sí que me tenéis atrapado.
Como gallina en gallinero».
Y el capitán de la guardia le dice: «Sí, Messire Segismundo,
Es que este pueblo lo queremos conservar para nosotros».
Con la iglesia en su contra,
Con la banca Medici para sí misma,
con el narigón Sforza en su contra,
Sforza Francesco, nariz protuberante,
Quien lo desposo (a Segismundo) con su hija
(de Francesco) en septiembre,
Que arrebató Pésaro en octubre (como dice Broglio
«bestialmente»),
Que apoyo a los venecianos en noviembre,
A los milaneses en diciembre,
Vendió Milán en noviembre, arrebató Milán en diciembre
O algo por el estilo,
Comandó a los milaneses en primavera,
A los venecianos en pleno verano,
A los milaneses en otoño,
Fue aliado de Nápoles en octubre,
Él, Segismundo, templum aedificavit.
(…)
Y el viento amaina por un instante,
Y el ocaso se volcó
un poco hacia un lado.
Y él tenía doce años en aquel entonces, Segismundo
(…) Di cui, de la cual él, Francesco, godeva molto.
Hacía la guerra más al sur,
en la cual en esos tiempos recibió una contundente paliza.
Y el emperador griego estaba en Florencia
(en Ferrara reinaba la peste)
Y con él Gemisto Pletón
Que habló de la guerra por el templo de Delfos
Y de Poseidón, concret Allgemeine,
y narró cómo Platón fue con Dionisio de Siracusa
porque había observado que los tiranos
eran los más eficaces en todo cuanto emprendían,
pero no fue capaz de convencer a Dionisio
de introducir mejora alguna.
Y en las puertas de Ancona, entre el portón delantero
Y las puertas principales,
Segismundo, aliado, tras atravesar fuerzas enemigas,
Para componer algún tipo de tratado, pasa un portón,
Y lo cierran antes de abrir el siguiente, y dice:
«Ahora sí que me tenéis atrapado.
Como gallina en gallinero».
Y el capitán de la guardia le dice: «Sí, Messire Segismundo,
Es que este pueblo lo queremos conservar para nosotros».
Con la iglesia en su contra,
Con la banca Medici para sí misma,
con el narigón Sforza en su contra,
Sforza Francesco, nariz protuberante,
Quien lo desposo (a Segismundo) con su hija
(de Francesco) en septiembre,
Que arrebató Pésaro en octubre (como dice Broglio
«bestialmente»),
Que apoyo a los venecianos en noviembre,
A los milaneses en diciembre,
Vendió Milán en noviembre, arrebató Milán en diciembre
O algo por el estilo,
Comandó a los milaneses en primavera,
A los venecianos en pleno verano,
A los milaneses en otoño,
Fue aliado de Nápoles en octubre,
Él, Segismundo, templum aedificavit.
(…)
Y el viento amaina por un instante,
Y el ocaso se volcó
un poco hacia un lado.
Y él tenía doce años en aquel entonces, Segismundo
*Lo que me gusta de este Canto es como Pound describe a grandes
héroes como hombres reales y hasta ridículos. Francesco Sforza es un oportunista? traidor?, que cambia de bando todo el tiempo. A Segismundo (Malatesta) los ciudadanos de Ancona lo dejan encerrado entre dos portones mientras intentaba negociar un
tratado de paz. Platón viajando a Siracusa para convencer a Dionisio de que
gobierne con justicia y sabiduría (su ideal de la "República"), pero Dionisio no le hace caso. Y mientras la peste crecía en las ciudades,
Gemisto Pletón hablaba de Poseidón y de la "sabiduría universal" para intentar
que el mundo recuperara la “luz antigua”, y fue el que llevó la sabiduría griega
de vuelta a Italia, permitiendo el Renacimiento.
“Él, Segismundo, templum aedificavit (Él, Segismundo,
edificó el templo). (…) Y él tenía doce años en aquel entonces, Segismundo”

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