jueves, 16 de agosto de 2012

El Kybalion - Hermes trismegisto - Carl Jung

El Kybalion

La filosofía hermética: “Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para el oído capaz de comprender”:
- Donde quiera que estén las huellas del Maestro, allí los oídos del que está pronto para recibir sus enseñanzas se abren de par en par.

- Cuando el oído es capaz de oír, entonces vienen los labios que han de llenarlos con sabiduría.

Los siete principios herméticos:

“Los principios de la verdad son siete: el que comprende esto perfectamente, posee la clave mágica ante la cual todas las puertas del Templo se abrirán de par en par”:

1- El principio de Mentalismo: “El TODO es mente; el universo es mental”

2- El principio de Correspondencia: “Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba”

3- El principio de Vibración: “Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra”

4- El principio de Polaridad: “Todo es doble, todo tiene dos polos; todo, su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son medias verdades, todas las paradojas pueden reconciliarse” (Este principio explica que los opuestos no son, en realidad, sino los dos extremos de la misma cosa.)

5- El principio del Ritmo: “Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación”

6- El principio de Causa y Efecto: “Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo a la ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a la ley no reconocida; hay muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la Ley”

7- El principio de Generación: “La generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos”

Transmutación mental: “La mente, así como todos los metales y demás elementos, pueden ser transmutados, de estado en estado, de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración. La verdadera transmutación hermética es una práctica, un método, un arte mental”

Transmutación: cambiar de naturaleza, de sustancia y de forma, convirtiéndose en otra. Y de acuerdo con esa definición “Transmutación mental” el arte de cambiar o transformar las condiciones del universo, sea materia, energía o mente.

El todo: “Más allá del Kosmos, del Tiempo, del Espacio, de todo cuanto se mueve y cambia, se encuentra la realidad Substancial, la verdad fundamental” Sustancia: lo que yace oculto bajo toda manifestación externa, la realidad esencial, la cosa en sí misma. Substancial: existente, el elemento esencial, el ser real. Realidad: ser verdadero, real, eterno, permanente, fijo. Todo se mueve, todo fluye y refluye, se construye y derrumba, pero todo pensador comprendería que esas cosas en perpetuo cambio no pueden ser sino simples apariencias externas o manifestaciones de algún poder que se oculta tras ellas, de alguna realidad substancial encerrada en las mismas.

El universo mental: “El universo es una creación mental sostenida en la mente del TODO” El TODO es espíritu. Y el espíritu está más allá de nuestra comprensión.

“El TODO crea en su mente infinita, innumerables universos, los que existen durante eones de tiempo, y, así y todo, para Él, la creación, desarrollo, decadencia y muerte de un millón de universos no significa más que el tiempo que se emplea en un abrir y cerrar de ojos”

“La mente infinita del TODO es la matriz del Kosmos”

 La paradoja divina: “El sabio a medias, reconociendo la irrealidad relativa del Universo, se imagina que puede desafiar sus leyes, ése no es más que un tonto vano y presuntuoso, que se estrellará contra las rocas y será aplastado por los elementos, en razón de su locura. El verdadero sabio conociendo la naturaleza del universo, emplea la Ley contra las leyes: las superiores contra las inferiores, y por medio de la alquimia transmuta lo que no es deseable, en lo valioso y de esta manera triunfa. La maestría consiste, no en sueños anormales, visiones o imágenes fantasmagóricas, sino en el sabio empleo de las fuerzas superiores contra las inferiores vibrando en los más elevados. La transmutación (no la negación presuntuosa), es el arma del Maestro”

El todo en todo: “Si bien es cierto que todo está en el TODO, no lo es menos que el TODO está en todas las cosas. El que comprende esto debidamente, ha adquirido gran conocimiento” (Toda la virtud, vida, espíritu o realidad de la imagen mental se deriva de la inmanente mente del pensador). El TODO está en la lombriz, pero la lombriz está muy lejos de ser el TODO. Pero, aunque la lombriz exista meramente como una pequeña cosa, creada y teniendo su ser únicamente en la mente del TODO, el TODO es inmanente a ella, así como en las partículas que la componen.

Axiomas herméticos: “La posesión del conocimiento, si no va acompañada por una manifestación y expresión en la práctica y en la obra, es lo mismo que el enterrar metales preciosos: una cosa vana e inútil. El conocimiento, lo mismo que la fortuna, deben emplearse. La ley del uso es universal, y el que la viola sufre por haberse puesto en conflicto con las fuerzas naturales”.

La tabla de Esmeralda
de Hermes Trismegisto
Verum sine mendacio, certum et verissimum:
quod est inferius es sicut quod est superius,
et quod es superius es sicut quod est inferius,
ad perpetranda miracula rei unius.
Et sicut omnes res fuerint ab uno
mediatione unius,
sic omnes res natae fuerunt ab hac una re, adaptatione.
Pater eius est sol, mater eius luna;
portavir illud ventus in ventre suo;
untrix eius terra est.
Pater omnis telesmi totius mundi est hic.
Vis eius integra est,
si versa fuerit in terram.
Separabis terram ab igne,
subtile a spisso,
suaviter,
cum magno ingenio.
Ascendit a terra in coelum,
iterumque descendit in terram.
Et recipit vim superiorum et inferiorum.
Si habebis gloriam totius mundi.
Ideo fugit a te omnia obscuritas.
His est totius fortitudinis fortitudo fortis.
Quia vincet omnem rem subtilem
omnem solidam penetrabit.
Sic mundus creatus est.
Hinc erunt adaptationes mirabiles, quarum modum est hic.
Itaque vocatus sum Hermes Trismegistus, habens tres partes philosophiae
totius mundi.
Completum est quod dixi de operatione solis.

La Tabla de la Esmeralda de Hermes
Verdad, sin falsedad, cierto y muy verdadero,
lo que está arriba es como lo que está abajo
y lo que está abajo es como lo que está arriba,
para la realización de los milagros de la Cosa Una.
Y como todas las cosas proceden de Una,
por la mediación de Una,
así todas las cosas tienen su origen en esta Cosa Una por adaptación.
El Sol es su padre, la Luna su madre,
el Viento le lleva en su vientre,
su nodriza es la Tierra.
Este es el padre de toda perfección, o consumación de todo el mundo.
Su poder es integrante,
si es convertido en tierra.
Tu separarás la tierra del fuego,
lo sutil de lo denso,
suavemente
y con gran ingeniosidad.
Ello asciende de la tierra al cielo y
desciende nuevamente a la Tierra
y recibe el poder de los superiores y de los inferiores.
Así tienes la gloria del mundo entero;
por esto toda oscuridad huye ante ti.
Esta es la fuerza fuerte de todas las fuerzas,
venciendo todo lo sutil y penetrando
toda cosa sólida.
Así fue creado el mundo.
De allí fueron todas las maravillosas adaptaciones, de las cuales ésta es la manera.
Por esto soy llamado Hermes Trimesgistus, 
teniendo las tres partes de la filosofía del mundo entero.
Lo que tengo para decir es completo concerniente a la operación del Sol.

El Arquetipo Maestro
0. Todo el poder que fue o será está aquí y ahora.
1. Soy un centro de expresión para la Primaria Voluntad hacia el
bien que eternamente crea y sostiene el universo.
2. A través de mí, su infalible sabiduría toma forma de
pensamiento y palabra.
3. Lleno de entendimiento de su perfecta ley, soy guiado
momento a momento por el sendero de la liberación.
4. De las inagotables riquezas de su ilimitada substancia, extraigo
todas las cosas necesarias espirituales y materiales.
5. Reconozco la manifestación de su indesviable justicia en todas
las circunstancias de la vida.
6. En todas las cosas grandes y pequeñas veo la belleza de la
expresión divina.
7. Viviendo de esa voluntad, sostenido por su infalible sabiduría y
entendimiento, mía es la vida victoriosa.
8. Espero confiado la perfecta realización del eterno esplendor de
la luz ilimitada.
9. En pensamiento, palabra y obra, confío mi vida, día a día, al
firme fundamento del Ser Eterno.
10. El reino del espíritu está incorporado en mi carne.

("Existe asimismo relación entre el lenguaje de la Iglesia y el simbolismo gnóstico-pagano. Al hablar de la doctrina de los naasenos, Hipólito dice que la serpiente (naas) mora en todas las cosas y todos los seres. Como si los seres fueran los templos (ναας) serían denominados según ella (ναούς). A la serpiente se consagra todo santuario, toda iniciación (τελετή) y todo misterio. Esto nos hace pensar de forma directa en la frase de la Tabla esmeraldina; Pater omnis telesmi totius mundi est hic (éste es el padre de la realización del mundo entero), τέλος, τελετή, y τελεσμος, significan todas lo mismo: la realización o cumplimiento en el sentido alquímico de perfeccionamiento y maduración de los corpora imperfecta, así como del propio artifex". Carl Jung)

martes, 14 de agosto de 2012

Poemas de Juan Jose Domenchina!

Perfecto, para la muerte
Sí, perfecto; recreado
en perpetuas soledades.
¡Llanura!: cinco verdades,
las del estigmatizado,
llagas vivas, en tu fuero
de altiplanicie señero,
viven de mirar lo inerte,
de oír y oler lo indistinto,
gustando y palpando instinto.
Perfecto, para la muerte.

El fervor
Como en la piel de Rusia -¡es extraño!-, el latido
del abedul -acorde de olor- y en el gemido
la lágrima y el lúpulo en el oro fluido
de la cerveza, en todo me encuentro estremecido.

Mi corporeidad -mínima y acicular- es apta. 
Su tensión esotérica a la adiaforia capta, 
a la emoción impulsa y al entusiasmo rapta.

Soy penumbra, ebriedad de sol, senda, abditorio,
montículo de sombra, cumbre, reclinatorio,
rémora y acicate. ¿Verdad? Contradictorio.

Y omnipresente. En todo palpito. Mis huidas
moléculas perforan la vida, estremecidas...
Mi ubicuidad, empero, no alcanza a las mentidas
verdades, ni hasta el útero de las hembras vendidas.

Hastío 
Hastío -pajarraco 
de mis horas-. ¡Hastío! 
Te ofrendo mi futuro. 

A trueque de los ocios 
turbios que me regalas, 
mi porvenir es tuyo. 

No aguzaré las ramas 
de mi intelecto, grave. 
No forzaré mis músculos. 

¡Como un dios, a la sombra 
de mis actos -en germen, 
sin realidad-, desnudo! 

¡Como un dios-indolencia 
comprensiva-, en la cumbre 
rosada de mi orgullo! 

¡Como un dios, solo y triste! 
¡Como un dios, triste y solo! 
¡Como un dios, solo y único!

No busquéis un residuo, la ceniza
fatal, en la congoja transparente
donde mi ausente luz se perenniza.

Ardí, como es costumbre de mi gente,
enteramente, que es mi poderío
sólo en poder sufrir omnipotente.

Errante -¿por qué sombra?-, en descarrío
perpetuo, la verdad que no deslumbra
pone en su ocaso un sol que no es el mío.

Y a este sol, que me abrasa y no me alumbra
-¡oh aquel sol que se enfría en mi recuerdo!-,
mi modo de no ser no se acostumbra.

miércoles, 8 de agosto de 2012

Poemas de Oliverio Girondo


Yo no sé nada
Yo no sé nada
Tú no sabes nada
Ud. no sabe nada
El no sabe nada
Ellos no saben nada
Ellas no saben nada
Uds. no saben nada
Nosotros no sabemos nada
La desorientación de mi generación tiene su expli-
cación en la dirección de nuestra educación,cuya
idealización de la acción, era - ¡sin discusión!-
una mistificación, en contradicción
con nuestra propensión a la me-
ditación, a la contemplación y
a la masturbación. (Gutural,
lo más guturalmente que
se pueda.) Creo que
creo en lo que creo
que no creo. Y creo
que no creo en lo
que creo que creo
«C a n t a r d e l a s r a n as»
¡Y     ¡Y      ¿A       ¿A     ¡Y       ¡Y
su     ba       llí        llá      su       ba
bo       jo          es           es        bo         jo
las      las          tá?            tá?       las        las
es        es          ¡A                 ¡A           es          es
ca       ca            quí                    cá            ca          ca
le        le            no                          no             le           le
ras      ras          es                              es             ras        ras
arri     aba         tá                                   tá            arri        aba
ba!...    jo!...       !...                       !...          ba!...    jo!...

Pleamar
Nada ansío de nada,
mientras dura el instante de eternidad que es todo,
cuando no quiero nada.

Puedes juntar las manos
La gente dice:
Polvo,
Sideral,
Funerario,
y se queda tranquila,
contenta,
satisfecha.
Pero escucha ese grillo,
esa brizna de noche,
de vida enloquecida.
Ahora es cuando canta
Ahora
y no mañana
Precisamente ahora.
Aquí.
A nuestro lado...
como si no pudiera cantar en otra parte.
¿Comprendes?
Yo tampoco.
Yo no comprendo nada.
No tan sólo tus manos son un puro milagro.
Un traspiés,
un olvido,
y acaso fueras mosca,
lechuga,
cocodrilo.
Y después...
esa estrella.
No preguntes.
¡Misterio!
El silencio.
Tu pelo.
Y el fervor,
la aquiescencia
del universo entero,
para lograr tus poros,
esa ortiga,
esa piedra.

Puedes juntar las manos.
Amputarte las trenzas.
Yo daré mientras tanto tres vueltas de carnero.

¿Dónde?
¿Me extravié en la fiebre?
¿Detrás de las sonrisas?
¿Entre los alfileres?
¿En la duda?
¿En el rezo?
¿En medio de la herrumbre?
¿Asomado a la angustia,
al engaño,
a lo verde?...
No estaba junto al llanto,
junto a lo despiadado,
por encima del asco,
adherido a la ausencia,
mezclado a la ceniza,
al horror,
al delirio.
No estaba con mi sombra,
no estaba con mis gestos,
más allá de las normas,
más allá del misterio,
en el fondo del sueño,
del eco,
del olvido.
No estaba.
¡Estoy seguro!
No estaba.