SOBRE ÁNGELES Y SOBRE ÁRBOLES
¿Dónde vuelan los ángelesen el firmamento
y cuántos pueden bailar
en la cabeza de un alfiler?
Bien, esa danza en el alfiler
me da igual,
lo que sé es que
a veces descansan
en lo alto de los árboles
y puedes verlos,
o casi puedes verlos,
o, de todas formas, pienso: qué
idea maravillosa.
Yo he perdido, como tú
y otros posiblemente,
a alguien a quien amaba,
y me pregunto, ¿dónde están ahora?
Los árboles, en cualquier caso, son
milagrosos, están llenos de
ángeles (ideas); incluso
vacíos constituyen un
buen lugar para mirar, para poner
el corazón a descansar—todas esas
hojas respirando el aire, tan
tranquilas y diligentes, y sin duda
listas para ser
el lugar de descanso de las
extrañas, aladas criaturas
que en este mundo hemos amado.
*En "Evidence: Poems", Beacon Press, Boston,
2009.
Versión de Jonio González.
EL MUNDO DONDE VIVO
He rehusado vivir
encerrada en la ordenada casa de las razones y las
pruebas.
El mundo donde vivo y en el que creo es más amplio que
eso. Y de todos modos,
¿qué hay de malo en "quizá"?
No te creerías lo que he visto una o dos veces. Sólo te
diré esto:
únicamente si en tu cabeza hay ángeles podrás, tal vez,
ver uno.
*En "Felicity", Penguin Press, Nueva York, 2016. Versión de Jonio González.
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