"...Imagínalo, hablando,
y no te preocupes por lo que es la realidad,
qué es evidente, o qué es misterioso.
Si estuviste ahí, fue todas esas cosas.
Si puedes imaginarlo, es todas esas cosas.
Comer, beber, ser feliz.
Aceptar el milagro.
Aceptar, también, cada palabra
pronunciada con amor."
Fragmento de su poema: LOGOS.
EL VIAJE
Un día por fin supistequé tenías que hacer, y comenzaste,
a pesar de las voces que en torno a ti
no paraban de gritar
malos consejos —
a pesar de que toda la casa
empezó a temblar
y sentiste el viejo tirón
en los tobillos.
"¡Mejora mi vida!"
gritaba cada una de las voces.
Pero no te detuviste.
Sabías qué debías hacer,
aunque el viento hurgara
con sus rígidos dedos
en los cimientos mismos,
aunque fuese terrible
su melancolía.
Ya era bastante
tarde, y la noche tormentosa,
y el camino estaba cubierto
de ramas caídas y piedras.
Pero lentamente,
mientras dejabas sus voces atrás,
las estrellas empezaron a brillar
a través de capas de nubes
y surgió una nueva voz
que poco a poco
reconociste como tuya
y que te acompañó
mientras te internabas cada vez más
en el mundo —
decidida a salvar
la única vida que podías salvar.
*De "The Dream Work" (1986), en "New and
Selected Poems",
Beacon Press, Boston, 1992. Versión de Jonio González.
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