lunes, 9 de abril de 2012

El mar de lágrimas - Dieter Roth (1971)

El artista contrató con un periódico suizo la publicación de una serie de 220 avisos clasificados, pero el proyecto se interrumpió por las protestas de los lectores: los avisos "no se entendían".
Traducción de Pablo Gianera en Diario de Poesía.

Avisos:

1 - Una lágrima es mejor que una mala palabra.
2 - Dos lágrimas son mejores que una lágrima.
3 - Una palabra es casi tan buena como una lágrima.
4 - Una lágrima no es una palabra.
5 - Una piedra no es una lágrima.
6 - Una piedra es una piedra.
7 - Una piedra no es una piedra.
8 - Una lágrima no es una piedra.
9 - Muchas lágrimas son mas que ninguna piedra.
10 - Ninguna piedra es mejor que una mala palabra.
11 - Un mar de lágrimas es un mar.
12 - El mar de lágrimas es un mar que viene de las lágrimas.
13 - Una lágrima es un mar.
14 - Una piedra no es una lágrima que brota del mar.
15 - Una piedra es tan buena como una lágrima.
16 - Una mala palabra no es ni una piedra ni una lágrima.
17 - El mar es una lágrima.
18 - Algunas lágrimas son algunas piedras.
19 - Una piedra será una lágrima.
20 - Una piedra es mejor que una mala palabra.
21 - Tres piedras son mejores que dos piedras.
22 - Dos piedras son mejores que tres piedras.
23 - Dos lágrimas son mejores que cinco piedras.
24 - Veinticuatro piedras son mejores que ninguna lágrima y una mala palabra.
25 - Una Coca-Cola es una piedra y una lágrima.
26 - Doscientas piedras son mejores que doscientas piedras.
27 - El mar de lágrimas.
28 - Las piedras.
29 - Las malas y las buenas palabras.
30 - Las malas palabras
31 - Las malas lágrimas son lágrimas.
32 - Una buena lágrima es algo que es bueno y sin lágrimas.
33 - Una lágrima es algo bueno.
34 - Todo es piedra.
35 - La mala palabra petrifica.
36 - Las lágrimas son mejores que la suavidad de las piedras.
37 - Los seres no siempre sufren por las lágrimas.
38 - TODOS LOS SERES LAMENTABLEMENTE SE LAMENTAN SIEMPRE.
39 - Si un lápiz se cae de la mano, es una lágrima que brota del ojo.
40 - Todo lo que cae son lágrimas.
41 - Nadie a llegado a ser sin llorar sabiamente.
42 - Muchos han llegado a ser sin llorar sonoramente.
43 - Todos lloran siempre.
44 - Todos están en silencio.
45 - Todos son por lo general sabios.
46 - Todo lo que cae, cae en el mar.
47 - Todo lo que cae en el mar, sube.
48 - El mar es un navío.
49 - El navío es un mar.
50 - Las lágrimas son un navío en el mar de lágrimas.
51 - El cantante es un gallo.
52 - Todo esto es un submarino.
53 - El mundo es un submarino.
54 - Un avión es una mala palabra.
55 - Los edificios quieren caer al mar.
56 - Las malas palabras aletean en las orejas.
57 - Desahogarse es dormirse.
58 - Un buen comienzo es un mal final.
59 - Una lágrima es tan mala como una buena palabra.
60 - Sucederá una vez.
61 - La humanidad se quedará cada vez menos dormida.
62 - Cuando el ángel levanta vuelo y deja sus ojos en la mesa, esas son dos lágrimas.
63 - El habitante del mar es una esponja nauseabunda.
64 - EL MIEDO AL 13 ES ALGO.
65 - Los que lloran quieren ser llorados.
66 - No le crean a Bernd B. porque quienes enseñan no quieren ser enseñados.
67 - ¿Quién quiere perder aquello que lo acompaña?
68 - Quien me sirve un bife recibe por eso un llanto.
69 - Quien me sirve un bife recibe de mi dos bifes servidos.
70 - La carne estará lista cuando haya pasado una hora (adivinanza).
71 - La carne esta lista si ha pasado una hora.
72 - Si él me sirve un bife recibe a cambio un bife servido por mi.
73 - Si él me sirve un bife recibe a cambio un bife servido por mi.
74 - Alguien que me sirve un bife recibe a cambio un bife servido por mi.
75 - ¿Alguien que te sirve un bife a ti recibe de nuevo un bife servido por ti?
76 - El que te sirve de nuevo un bife a ti recibe a cambio un bife servido por mi.
77 - El que me sirve dos bifes recibe un bife servido por mi.
78 - El y ella, que me sirven un bife, reciben dos bifes cada uno servidos por mi.
79 - Las vacas nos han servido la mayoría de los bifes.
80 - Ella, que no me sirve ningún bife, recibe como adelanto de ti o de mi 10 bifes.
81 - La inspiración para solucionar el problema de los bifes se encontrará mientras se completa MASCULINO o FEMENINO en la planilla para el embarque aéreo.
82 - Muchos están verdaderamente locos.
83 - En general, los hombres viven en un valle de lágrimas.
84 - En lágrimas vive el hombre en general.
85 - En vides vive el hombre en el jardín.
86 - "¿En qué consiste el tiempo? En que transcurra."
87 - "¿En qué transcurre el tiempo? En aquello en que persiste."
88 - "Si muchas cosas transcurren, otras persisten."
89 - "Si también muchas cosas persisten, la mayoría transcurre."
90 - "Si también muchas, incluso la mayoría, transcurre, la mayoría persiste."
91 - "Si también muchas cosas transcurren, el stadtanzeiger persiste."
92 - "Si también el stadtanzeiger persiste, transcurre."
93 - "Si también el anzaiger transcurre, tú y yo persistimos."
94 - Quien llega, ¿es un extraño?
95 - Si alguien habla sobre mi, ¿es él, la o lo yo?
96 - Si alguien habla sobre ti, ¿es el, la o lo tú?
97 - Si alguien habla sobre ti, ¿no es el tú?
98 - Si alguien discurre sobre ti, ¿no es la tú?
99 - Si alguien habla de ti, ¿no es lo tú?
100 - Puede el, la o lo hablar sobre el, la o lo sin ser el, la o lo?
101 - ¿Puede el hablar sobre la sin devenir y ser eso?
102 - ¿Puede la hablar sobre el sin devenir y ser eso?
103 - ¿Puede uno hablar en contra de otro sin ser este?
104 - ¿Puede un ser mirar algo sin devenir y ser eso?
105 - ¿Puede un ser mirar algo sin devenir y ser eso que mira?
106 - ¿Puede eso ser?
107 - ¿Puede esto ser?
108 - ¿Puede eso esto ser?
109 - Una lágrima puede a veces no ser ninguna lágrima.
110 - A veces puede una lágrima ser una sola lágrima.
111 - A veces puede la lágrima ser una lágrima sola.
112 - ¿Pero puede una lágrima ser una lágrima y no ser ninguna?
113 - ¡Claro que si! ¡Una lágrima puede ser tanto una lágrima como una lágrima!
114 - Quien domina ésta o aquella vida es un tipo particular de idiota.
115 - Quien discute ésta vida esta sospechosamente vacío de lágrimas.
116 - Aquello que sube muchas veces baja.
117 - Aquello que asciende por lo general sube.
118 - Aquello que llora sueña por lo general con un valle de lágrimas.
119 - Aquello que vuelve tan atractivo al valle de lágrimas es su naturaleza fluida, su fluidez.
120 - A veces un río fluye por el valle de lágrimas, es decir, raramente ocurre algo bueno.
121 - Raramente ocurre lo frecuente.
122 - Siempre ocurre algo.
123 - Pronto todo será como si no hubiera sido.
124 - Con frecuencia, todo es nada.
125 - Con frecuencia, uno se dice: ¡Que significa todo esto!.
126 - Con frecuencia, uno se pregunta: ¿Qué significa todo esto?
127 - "Son algunas cosas más entre todas las cosas."
128 - "Es solo alguna cosa más entre las cosas."
129 - "Es solo una de esas cosas"
130 - Con frecuencia, uno se pregunta: "¿Qué significa eso?"
131 - Con frecuencia, uno se pregunta: ¿Qué significa eso?
132 - Con frecuencia, uno se pregunta: ¿Qué significa eso?
133 - Con frecuencia, alguien quiere algo.
134 - Casi siempre, alguien quiere algo.
135 - Casi siempre, algo empieza.
136 - Casi siempre, alguien sufre.
137 - El salame tiene dos contrarios: lo salame y la salame.
138 - La salame tiene dos contrarios: al salame y a lo salame.
139 - Lo salame tiene dos contrarios: a la salame y al salame...
140 - "El sinsentido tiene dos contrarios: el sentido y el sinsentido."
141 - El diablo tiene 2 cuernos.
142 - La vaca tiene dos cuernos.
143 - La vaca tiene 2 cuernos.
144 - Los hombres tienen mañas.
145 - Los animales no tienen oficio.
146 - EL PRIMER OFICIO DE LOS HOMBRES ES EL GRITO.
147 - El oficio secundario de los animales es estar aquí.
148 - EL OFICIO SECUNDARIO DE LOS HOMBRES ES PONER EL GRITO EN EL CIELO.
149 - El primer oficio secundario de los hombres es el lloriqueo.
150 - El hobby de los hombres es la tontería.
151 - La decadencia de los hombres es su hobby.
152 - El hobby secundario de los hombres es hacer sus necesidades.
153 - El primer hobby de los H. es sufrir, ser infelices y tener mala suerte.
154 - La alegría de los hombres es el aseo, o bien la suciedad.
155 - El ideal de los H. es el bien.
156 - El primer ideal de los H. es lo mejor y lo segundo mejor.
156 - El auténtico ideal de los H. es el mal.
157 - El ideal secundario de los H. es su ideal.
158 - El mayor enemigo de las mujeres es el hombre.
159 - El segundo mayor enemigo de las mujeres son las mujeres.
160 - El supremo enemigo de las mujeres es el niño.
161 - El meyor enemigue de les mejeres es el nene.
162 - El tercer mayor enemigo del hombre son sus niños.
163 - El cuarto mayor enemigo del hombre son los niños en general.
164 - El tercer mayor enemigo del hombre y de la mujer también es lo fluido.
165 - El segundo mayor enemigo de la mujer es lo sólido.
166 - El supremo mayor enemigo del niño es el hombre bueno o el hombre malo.
167 - El supremo vecino de la mujer buena es el hombre malo.
168 - La supremísima enemiga de la mujer es el enemigo bueno, neutral, malo..
169 - El supremísimo amigo de la mujer es el enemigo.
170 - De lejos, la mayor mujer es el niño.
171 - De lejos, la cosa suprema y mejor no se ha visto.
172 - LOS ANIMALES GRANDES NO QUIEREN SER HUMANOS.
173 - Tampoco los animales pequeños quieren ser humanos.
174 - ¿Por qué debería hacer uno algo que otro puede hacer peor?
175 - Allí donde los llamados hombres son malos las mujeres son buenas.
176 - Al ser buenas, ¿pretenden las mujeres arruinar lo malo del hombre?
177 - No, al ser buenas, las mujeres quieren quitarle de bajo los pies la alfombra de la maldad.
178 - Las lenguas mutuamente cargadas se deslizan sobre sus cargas. 
179 - El habitante del saber es un repartidor de embustidos en bancarrota.
180 - El habitante del progreso es un probado mujeriego.
181 - El habitante de la técnica es un vomitivo.
182 - Estar enfermo es algo asqueroso.
183 - Los humanos serán montados hasta quedar exhaustos.
184 - Una persona monta a otra hasta que quedan ambas exhaustas.
185 - Si me dices buenos días, él me morderá el dedo.
186 - Si me dices buenas tardes, él me morderá el dedo.
187 - Quienes se miran a los ojos se muerden las cabezas.
188 - Todos muerden los dientes de otros para que (no) puedan devorarse.
189 - LA MEDIDA DE LA BONDAD DE LOS HOMBRES ES LA AGUDEZA DE SUS DIENTES COMBINADA CON LA DEL ESTÓMAGO.
190 - Los humanos se comen a todos.
191 - El paté de hígado y el chucrut son caníbales.
192 - Lo que trago me traga.
193 - Lo que tragas te come.
194 - Lo que él come, lo come. Así no puede ser lo que es.
195 - Ella traga aquello que extraña.
196 - Ella traga a quien extraña.
197 - A quien ella extraña, la traga.
198 - Ella es tragada por quien extraña.
199 - Al que extrañamos nos falta.
200 - Busquemos a quien extrañar, él nos tragará.
201 - Aquello que tocamos, nos borra, y aquello que ellos borran, encontrará su camino en nuestros estómagos.
202 - Nosotros los tragaremos...
203 - ...en el caso de que ellos traguen.
204 - -¿Viste la luna? - No.
205 - -¿Supiste qué es la luna? - No.
206 - -¿Viste a los hombres, los animales, la tierra, a ti y a mi? - No.
207 - -¿Me viste? - No -¿Me ves? - No.
208 - -¿Te viste? - No.
209 - -¿Me verás? - No.
210 - -¿Te verás? - No.
211 - Un estrépito modesto suele sonar como un gran ruido.
212 - "Cogito ergo mudo"
213 - Lo, el o la sólo pueden ser llamados neutros si lo, el o la no toman partido ni siquiera una vez.
214 - El, la o lo sólo pueden ser llamados neutros si el, la o lo no toman ningún partido.
215 - La, lo o el sólo pueden ser llamados neutros si la, lo o el no toman el partido del adversario.
216 - Sólo lo puede ser llamado un humano que no cree ni en lo navideño ni en lo pascual.
217 - Sólo tiene la libertad de no creer en lo navideño quien nunca conoció lo pascual.
218 - Que no haya nada de qué reírse queda a criterio del lector.
219 - ¡Oh, Ángel, tus lágrimas tenaces!
220 - ¡Oh, Ángel, tus lágrimas pertinaces!

viernes, 6 de abril de 2012

Poemas de Fernando Pessoa!

Oda sensacionista - Álvaro de Campos
Sentir todo de todas las maneras,
vivir todo de todos los lados,
ser la misma cosa de todos los modos posibles al mismo tiempo,
realizar en mí toda la humanidad de todos los momentos
en un sólo momento difuso, profuso, completo y lejano.

Quiero ser siempre aquello con que simpatizo,
me vuelvo siempre, más tarde o más temprano,
aquello con que simpatizo, sea una piedra o un ansia,
sea una flor o una idea abstracta,
sea una multitud o un modo de comprender a Dios.
Y yo simpatizo con todo, vivo todo de todo.
Me son simpáticos los hombres superiores porque son superiores
y me son simpáticos los hombres inferiores porque son superiores también,
porque ser inferior es diferente de ser superior,
y por eso es una superioridad desde ciertos puntos de vista.
Simpatizo con algunos hombres por sus cualidades de carácter
y simpatizo con otros por falta de esas cualidades,
y aún con otros simpatizo por simpatizar con ellos,
y hay momentos absolutamente orgánicos en que esos son todos los hombres.
Sí, como soy rey absoluto de mi simpatía,
basta que ella exista para que tenga razón de ser.
Estrecho en mi pecho jadeante, en un abrazo conmovido,
(en el mismo abrazo conmovido)
al hombre que da su camisa al pobre que desconoce,
al soldado que muere por la patria sin saber lo que es la patria,
y...
Y al matricida, fraticida, al incestuoso, al violador de niños,
al ladrón de caminos, al salteador de los mares,
al raterillo de carteras, al sombra que espera en los callejones.
Todos son mi amante predilecta por lo menos una vez en la vida.
Beso en la boca a todas las prostitutas,
beso en los ojos a todos los souteneurs,
mi pasividad yace a los pies de todos los asesinos,
y mi capa española esconde la retirada de todos los ladrones.
Todo es la razón de ser en mi vida.
Cometí todos los crímenes,
viví dentro de todos los crímenes
(Yo mismo fui, ni uno ni otro en el vicio,
sino el propio vicio en persona practicado entre ellos,
y esas son las horas más Arco del Triunfo de mi vida).
Me multipliqué para sentirme,
para sentirme, necesité sentir todo,
me transbordé, no hice sino extravasarme,
me desnudé, me entregué,
y hay en cada rincón de mi alma un altar a un Dios diferente.
Los brazos de todos los atletas me apretaron súbitamente femenino,
y yo sólo de pensar en eso me desmayé entre sus supuestos músculos.
En mi boca fueron dados los besos de todos los encuentros,
se agitaron en mi corazón los pañuelos de todas las despedidas,
todas las señas obscenas de gestos y miradas
me golpean de lleno en todo el cuerpo, especialmente en los centros sexuales.
Fui todos los ascetas, todos los marginados, todos los como que olvidados,
y todos los pederastas -absolutamente todos (no faltó ninguno).
¡Rendez-vous rojo y negro en el hondo infierno de mi alma!

Lisbon Revisited (1923)
No: no quiero nada.
Ya dije que no quiero nada.
¡No me vengan con conclusiones!
La única conclusión es morir.
¡No me traigan estéticas!
¡No me hablen de moral!
¡Quítenme de aquí la metafísica!
¡No me pregonen sistemas completos, no me encajen conquistas
De las ciencias (¡de las ciencias, Dios mío, de las ciencias!)-
De las ciencias, de las artes, de la civilización moderna!
¿Qué mal les hice yo a todos los dioses?
¡Si tienen la verdad, guárdensela!
Soy un técnico, pero tengo técnica sólo dentro de la técnica.
Fuera de eso estoy loco, con todo el derecho a estarlo.
Con todo el derecho a estarlo, ¿oyeron?
¡No me molesten, por amor de Dios!
¿Me querían casado, fútil, cotidiano y tributante?
¿Me querían lo contrario de esto, lo contrario de cualquier cosa?
Si yo fuera otra persona, les haría a todos, su voluntad.
Así, como soy, ¡tengan paciencia!
¡Váyanse al diablo sin mí,
O dejen irme solitario al diablo!
¿Para qué habríamos de ir juntos?
¡No me tomen del brazo!
No me gusta que me tomen del brazo. Quiero estar sólo.
¡Ya dije que soy solitario!
¡Ah, que estupidez querer que yo sirva de compañía!
¡Oh cielo azul -el mismo de mi infancia-
Eterna verdad vacía y perfecta!
¡Oh suave Tajo ancestral y mudo,
Pequeña verdad donde el cielo se refleja!
¡Oh angustia revisitada, Lisboa de otrora de hoy!
Nada me das, nada me quitas, nada eres que yo me sienta.
¡Déjenme en paz! No tardo, que yo nunca me tardo...
Y en tanto tarda el Abismo y el Silencio ¡Quiero estar solo!
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"No sólo quien nos odia o nos envidia
nos limita y oprime; quien nos ama
no menos nos limita.
Que los dioses me concedan que, desnudo
de afecto, tenga la fría libertad
de las cumbres sin nada.
Quien quiere poco, tiene todo; quien quiere nada
es libre; quien no tiene, y no desea,
hombre, es igual a los dioses."

Tan de prisa 
¡Tan de prisa pasa todo cuanto pasa!
¡Muere tan joven ante los dioses cuanto muere!
¡Todo es tan poco!
Nada se sabe, todo se imagina.
Circundante de rosas, ama, bebe
y calla. Lo demás es nada.

Bastante metafísica hay en no pensar en nada.
¿Lo que pienso del mundo?
¿Sé yo lo que pienso del mundo?
Si me enfermase, pensaría.
¿Qué idea tengo de las cosas?
¿Qué opinión sobre las causas y los efectos?
¿He meditado sobre Dios y el alma
y sobre la creación del mundo?
No sé. Para mí pensar en esto es cerrar los ojos
y no pensar. Y correr las cortinas
de mi ventana ( que no tiene cortinas ).
¿El misterio de las cosas?¿Sé yo lo que es misterio?
El único misterio es que alguien piense en el misterio.
Aquel que está al sol y cierra los ojos
comienza a no saber lo que es el sol
no puede ya pensar en nada
porque la luz del sol vale mas que los pensamientos
de todos los filósofos y todos los poetas.
La luz del sol no sabe lo que hace
y por eso no yerra y es común y buena.
¿Metafísica?¿Qué metafísica tienen estos árboles?
La de ser verdes y copudos y echar ramas
y dar frutos a su hora -nada que nos haga pensar,
a nosotros, que no podemos dar por ellos.
¿Qué metafísica mejor que la suya,
no saber para qué viven
ni saber que no lo saben?
"Constitución íntima de las cosas"...
"Sentido íntimo del universo"...
Todo esto es falso, todo esto no quiere decir nada.
Es increíble que pueda pensarse así.
Es como pensar en razones y fines
mientras reluce al comenzar la mañana
y al flanco de los árboles la sombra
va perdiéndose en un oro vago y lustroso.
Pensar en el sentido último de las cosas
es aumentarlo, como cavilar sobre la salud
o llevar un vaso de agua a la fuente.
El único sentido íntimo de las cosas
es que no tiene sentido íntimo alguno.
No creo en Dios por que nunca lo he visto.
Si quisiera él que yo creyese en él
sin duda vendría a hablar conmigo,
empujaría la puerta y entraría
diciéndome ¡Aquí estoy!
(Tal vez esto suene ridículo
para aquel que, por no saber lo que es mirar las cosas
no comprende al que habla de ellas
con el modo de hablar que enseña el verlas de verdad.)
Si Dios es las flores y los arboles,
los montes, el sol y el claro de luna,
entonces creo en él,
creo en él a todas horas,
toda mi vida es oración y misa,
una comunión con los ojos y los oídos.
Pero si Dios es los árboles y las flores,
los montes, la luna, el sol,
¿Para qué lo llamo Dios?
Lo llamo flores, árboles, monte, luna, sol.
Si él se ha hecho, para que yo lo vea,
sol y luna y árboles y montes,
si él se me presenta como árbol y monte
y claro de luna y sol y flor,
es por que quiere que yo lo conozca
como árbol, monte, luna, sol, flor.
Y yo lo obedezco
(¿Sé mas de Dios que Dios de sí mismo?)
Lo obedezco viviendo espontáneamente,
como uno que abre los ojos y ve,
y lo llamo luna y sol y flores y árboles y montes
y lo llamo sin pensar en él
y lo pienso con los ojos y los oídos
y ando con él a todas horas.

miércoles, 4 de abril de 2012

Hay que ser realmente idiota para... - Julio Cortázar

Hace años que me doy cuenta y no me importa, pero nunca se me ocurrió escribirlo porque la idiotez me parece un tema muy desagradable, especialmente si es el idiota quien lo expone.
Puede que la palabra idiota sea demasiado rotunda, pero prefiero ponerla de entrada y calentita sobre el plato aunque los amigos la crean exagerada, en vez de emplear cualquier otra como tonto, lelo o retardado y que después los mismos amigos opinen que uno se ha quedado corto. En realidad no pasa nada grave pero ser idiota lo pone a uno completamente aparte, y aunque tiene sus cosas buenas es evidente que de a ratos hay como una nostalgia, un deseo de cruzar a la vereda de enfrente donde amigos y parientes están reunidos en una misma inteligencia y comprensión, y frotarse un poco contra ellos para sentir que no hay diferencia apreciable y que todo va benissimo. Lo triste es que todo va malissimo cuando uno es idiota, por ejemplo en el teatro, yo voy al teatro con mi mujer y algún amigo, hay un espectáculo de mimos checos o de bailarines tailandeses y es seguro que apenas empiece la función voy a encontrar que todo es una maravilla.
Me divierto o me conmuevo enormemente, los diálogos o los gestos o las danzas me llegan como visiones sobrenaturales, aplaudo hasta romperme las manos y a veces me lloran los ojos o me río hasta el borde del pis, y en todo caso me alegro de vivir y de haber tenido la suerte de ir esa noche al teatro o al cine o a una exposición de cuadros, a cualquier sitio donde gentes extraordinarias están haciendo o mostrando cosas que jamás se habían imaginado antes, inventando un lugar de revelación y de encuentro, algo que lava de los momentos en que no ocurre nada más que lo que ocurre todo el tiempo.
Y así estoy deslumbrado y tan contento que cuando llega el intervalo me levanto entusiasmado y sigo aplaudiendo a los actores, y le digo a mi mujer que los mimos checos son una maravilla y que la escena en que el pescador echa el anzuelo y se ve avanzar un pez fosforecente a media altura es absolutamente inaudita.
Mi mujer también se ha divertido y ha aplaudido, pero de pronto me doy cuenta (ese instante tiene algo de herida, de agujero ronco y húmedo) que su diversión y sus aplausos no han sido como los míos, y además casi siempre hay con nosotros algún amigo que también se ha divertido y ha aplaudido pero nunca como yo, y también me doy cuenta de que está diciendo con suma sensatez e inteligencia que el espectáculo es bonito y que los actores no son malos, pero que desde luego no hay gran originalidad en las ideas, sin contar que los colores de los trajes son mediocres y la puesta en escena bastante adocenada y cosas y cosas. Cuando mi mujer o mi amigo dicen eso -lo dicen amablemente, sin ninguna agresividad- yo comprendo que soy idiota, pero lo malo es que uno se ha olvidado cada vez que lo maravilla algo que pasa, de modo que la caída repentina en la idiotez le llega como al corcho que se ha pasado años en el sótano acompañando al vino de la botella y de golpe plop y un tirón y no es mas que corcho. Me gustaría defender a los mimos checos o a los bailarines tailandeses, porque me han parecido admirables y he sido tan feliz con ellos que las palabras inteligentes y sensatas de mis amigos o de mi mujer me duelen como por debajo de las uñas, y eso que comprendo perfectamente cuánta razón tienen y cómo el espectáculo no ha de ser tan bueno como a mí me parecía (pero en realidad a mí no me parecía que fuese bueno ni malo ni nada, sencillamente estaba transportado por lo que ocurría como idiota que soy, y me bastaba para salirme y andar por ahí donde me gusta andar cada vez que puedo, y puedo tan poco). Y jamás se me ocurriría discutir con mi mujer o con mis amigos porque sé que tienen razón y que en realidad han hecho muy bien en no dejarse ganar por el entusiasmo, puesto que los placeres de la inteligencia y la sensibilidad deben nacer de un juicio ponderado y sobre todo de una actitud comparativa, basarse como dijo Epicteto en lo que ya se conoce para juzgar lo que se acaba de conocer, pues eso y no otra cosa es la cultura y la sofrosine. De ninguna manera pretendo discutir con ellos y a lo sumo me limito a alejarme unos metros para no escuchar el resto de las comparaciones y los juicios, mientras trato de retener todavía las últimas imágenes del pez fosforecente que flotaba en mitad del escenario, aunque ahora mi recuerdo se ve inevitablemente modificado por las críticas inteligentísimas que acabo de escuchar y no me queda más remedio que admitir la mediocridad de lo que he visto y que sólo me ha entusiasmado porque acepto cualquier cosa que tenga colores y formas un poco diferentes.
Recaigo en la conciencia de que soy idiota, de que cualquier cosa basta para alegrarme de la cuadriculada vida, y entonces el recuerdo de lo que he amado y gozado esa noche se enturbia y se vuelve cómplice, la obra de otros idiotas que han estado pescando o bailando mal, con trajes y coreografías mediocres, y casi es un consuelo pero un consuelo siniestro el que seamos tantos los idiotas que esa noche se han dado cita en esa sala para bailar y pescar y aplaudir. Lo peor es que a los dos días abro el diario y leo la crítica del espectáculo, y la crítica coincide casi siempre y hasta con las mismas palabras con lo que tan sensata e inteligentemente han visto y dicho mi mujer o mis amigos. Ahora estoy seguro de que no ser idiota es una de las cosas más importantes para la vida de un hombre, hasta que poco a poco me vaya olvidando, porque lo peor es que al final me olvido, por ejemplo acabo de ver un pato que nadaba en uno de los lagos del Bois de Boulogne, y era de una hermosura tan maravillosa que no pude menos que ponerme en cuclillas junto al lago y quedarme no sé cuánto tiempo mirando su hermosura, la alegría petulante de sus ojos, esa doble línea delicada que corta su pecho en el agua del lago y que se va abriendo hasta perderse en la distancia.

Mi entusiasmo no nace solamente del pato, es algo que el pato cuaja de golpe, porque a veces puede ser una hoja seca que se balancea en el borde de un banco, o una grúa anaranjada, enormísima y delicada contra el cielo azul de la tarde, o el olor de un vagón de tren cuando uno entra y se tiene un billete para un viaje de tantas horas y todo va a ir sucediendo prodigiosamente, el sándwich de jamón, los botones para encender o apagar la luz (una blanca y otra violeta), la ventilación regulable, todo eso me parece tan hermoso y casi tan imposible que tenerlo ahí a mi alcance me llena de una especie de sauce interior, de una verde lluvia de delicia que no debería terminar más. Pero muchos me han dicho que mi entusiasmo es una prueba de inmadurez (quieren decir que soy idiota, pero eligen las palabras) y que no es posible entusiasmarse así por una tela de araña que brilla al sol, puesto que si uno incurre en semejantes excesos por una tela de araña llena de rocío, ¿Qué va a dejar para la noche en que den King Lear? A mí eso me sorprende un poco, porque en realidad el entusiasmo no es una cosa que se gaste cuando uno es realmente idiota, se gasta cuando uno es inteligente y tiene sentido de los valores y de la historicidad de las cosas, y por eso aunque yo corra de un lado a otro del Bois de Boulogne para ver mejor el pato, eso no me impedirá esa misma noche dar enormes saltos de entusiasmo si me gusta como canta Fischer Dieskau. Ahora que lo pienso la idiotez debe ser eso: poder entusiasmarse todo el tiempo por cualquier cosa que a uno le guste, sin que un dibujito en una pared tenga que verse menoscabado por el recuerdo de los frescos de Giotto en Padua. La idiotez debe ser una especie de presencia y recomienzo constante: ahora me gusta esta piedrita amarilla, ahora me gusta "L'année dernière à Marienbad", ahora me gustas tú, ratita, ahora me gusta esa increíble locomotora bufando en la Gare de Lyon, ahora me gusta ese cartel arrancado y sucio. Ahora me gusta, me gusta tanto, ahora soy yo, reincidentemente yo, el idiota perfecto en su idiotez que no sabe que es idiota y goza perdido en su goce, hasta que la primera frase inteligente lo devuelva a la conciencia de su idiotez y lo haga buscar presuroso un cigarrillo con manos torpes, mirando al suelo, comprendiendo y a veces aceptando porque también un idiota tiene que vivir, claro que hasta otro pato u otro cartel, y así siempre.