A la mesa
Abandonad las cavernas del ser. Venid, el espíritu alienta
fuera del espíritu. Ya es hora de dejar vuestras viviendas.
Ceded al Omni-Pensamiento. Lo Maravilloso está en la raíz
del espíritu. Nosotros estamos dentro del espíritu, en el interior de la
cabeza. Ideas, lógica, orden, Verdad (con V mayúscula), Razón: todo lo
ofrecemos a la nada de la muerte. Cuidado con vuestras lógicas, señores,
cuidado con vuestras lógicas; no imagináis hasta dónde puede llevarnos nuestro
odio a la lógica.
La vida, en su fisonomía llamada real, sólo se puede
determinar mediante un alejamiento de la vida, mediante un suspenso impuesto al
espíritu; pero la realidad no está allí. No hay, pues, que venir a fastidiarnos
en espíritu a nosotros, que apuntamos hacia cierta eternidad superreal a
nosotros que desde hace ya tiempo no nos consideramos del presente y somos para
nosotros como nuestras sombras reales.
Aquel que nos juzga no ha nacido al espíritu, a ese espíritu
a que nos referimos y: que está, para nosotros, fuera de lo que vosotros
llamáis espíritu. No hay que llamar demasiado nuestra atención hacia las
cadenas que nos unen a la imbecilidad petrificante del espíritu. Nosotros hemos
atrapado una nueva bestia. Los cielos responden a nuestra actitud de absurdo
insensato. El hábito que tenéis todos vosotros de dar la espalda a las
preguntas no impedirá que los cielos se abran el día establecido, y que un
nuevo lenguaje se instale en medio de vuestras imbéciles transacciones.
Queremos decir: de las transacciones imbéciles de vuestros pensamientos.
Hay signos en el Pensamiento. Nuestra actitud de absurdo y de muerte es la de mayor receptividad. A través de las hendiduras de una realidad en adelante no viable, habla un mundo voluntariamente sibilino.
Mensaje al Dalai Lama
Somos tus muy fieles servidores, ¡oh Gran Lama!, concédenos,
envíanos tu luz en un lenguaje que nuestros contaminados espíritus de europeos
puedan comprender, y si es necesario cambia nuestro Espíritu, créanos un
espíritu vuelto por entero hacia esas cimas perfectas donde el Espíritu del
Hombre ya no sufre.
Créanos un Espíritu sin hábitos, un espíritu cuajado
verdaderamente en el Espíritu, o un Espíritu con hábitos más puros - los tuyos
- si ellos son aptos para la libertad.
Estamos rodeados de papas decrépitos, de profesionales de la
literatura, de críticos, de perros; nuestro Espíritu está entre perros, que
inmediatamente piensan a ras de tierra, que irremediablemente piensan en el
presente.
Enséñanos, Lama, la levitación material de los cuerpos, y
cómo evitar ser retenidos por la tierra.
Porque tú bien sabes a qué liberación transparente de las
almas, a qué libertad del Espíritu en el Espíritu aludimos, ¡oh Papa
aceptable!, ¡oh Papa del Espíritu verdadero!
Con el ojo interior te contemplo, ¡oh Papa!, en la cumbre de lo interior. Es en ese interior donde me asemejo a ti, yo, germinación, idea, labio, levitación, sueño, grito, renunciamiento a la idea, suspendido entre todas las formas y a la espera sólo del viento.
Carta a las Escuelas de Buda
Vosotros que no estáis en la carne, que sabéis en qué punto
de su trayectoria carnal, de su vaivén insensato, el alma encuentra el verbo
absoluto, la palabra nueva, la tierra interior. Vosotros que sabéis como uno da
vueltas en el pensamiento y cómo el espíritu puede salvarse de si mismo.
Vosotros que sois interiores a vosotros mismos, que ya no tenéis un espíritu a
nivel de la carne: aquí hay manos que no se limitan a tomar, cerebros que ven
más allá de un bosque de techos, de un florecer de fachadas, de un pueblo de
ruedas, de una actividad de fuego y de mármoles. Aunque avance ese pueblo de
hierro, aunque avancen las palabras escritas con la velocidad de la luz, aunque
avancen los sexos uno hacia otro con la violencia de un cañonazo, ¿qué habrá
cambiado en las rutas del alma, ¿qué en los espasmos del corazón, en la
insatisfacción del espíritu?
Por eso, arrojad al agua a todos esos blancos que llegan con
sus cabezas pequeñas y sus espíritus bien manejados. Es necesario ahora que
esos perros nos oigan: no hablamos del viejo mal humano. Nuestro espíritu sufre
de otras necesidades que las inherentes a la vida. Sufrimos de una podredumbre,
la podredumbre de la Razón.
La lógica Europa aplasta sin cesar al espíritu entre los
martillos de dos términos opuestos, abre el espíritu y lo vuelve a cerrar. Pero
ahora el estrangulamiento ha llegado al colmo, ya hace demasiado tiempo que
padecemos bajo el yugo. El espíritu es más grande que el espíritu, las
metamorfosis de la vida son múltiples. Como vosotros, rechazamos el progreso:
venid, echad abajo nuestras viviendas.
Que sigan todavía nuestros escribas escribiendo, nuestros
periodistas cacareando, nuestros críticos mascullando, nuestros usureros
deslizándose en sus moldes de rapiña, nuestros políticos perorando y nuestros
asesinos legales incubando sus crímenes en paz. Nosotros sabemos - sabemos muy
bien - qué es la vida. Nuestros escritores, nuestros pensadores, nuestros
doctores, nuestros charlatanes coinciden en esto: en frustrar la vida.
Que todos esos escribas escupan sobre nosotros, que nos
escupan por costumbre o por manía, que nos escupan porque son castrados de
espíritu, porque no pueden percibir los matices, los barros cristalinos, las
tierras giratorias donde el espíritu encumbrado del hombre se transforma sin
cesar. Nosotros hemos captado el pensamiento mejor. Venid. Salvadnos de estas
larvas. Inventad para nosotros nuevas viviendas.
Allí donde otros proponen obras
La vida es un consumirse en preguntas.
No concibo la obra como separada de la vida.
No amo la creación separada.
Me reconozco tanto en una carta escrita para
explicar el encogimiento íntimo de mi ser
Yo pongo este libro suspendido en la vida,
Todas estas páginas se arrastran
cada uno de los minutos de mí mismo.
Es necesario terminar con el Espíritu
se comunican en todos los grados.
que sea como una puerta abierta y
Y esto no es un prefacio de un libro como no lo son
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