No creo en presentimientos ni temo
a los agüeros. Acepto el veneno,
la calumnia. No existe la muerte,
la vida es eterna. No hay que temer
a la muerte ni a los diecisiete,
ni a los setenta. Sólo hay vida y luz,
ni oscuridad, ni muerte hay en este mundo.
Todos estamos a la orilla del mar
y soy de los que eligen la red
cuando la eternidad pasa de largo.
Traducción de Jorge Bustamante García
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