Pedro Bonifacio Palacios, nacido en San Justo, Bs. As. El 13 de mayo de 1854, conocido bajo el seudónimo de ALMAFUERTE.
“HASTA QUE NO PERCIBAMOS…”
Hasta que no percibamos, tal como en sí mismo y no tal como se lo representan nuestros sentidos, los fenómenos de la naturaleza, las ideas morales -que no son más que ideas derivativas- no serán verdaderas. Toda idea es el resultado, o directo o indirecto, de una impresión: si ésta nos engaña, aquélla no es exacta. Todavía no podemos explicarnos cómo las cosas pueden hacerse solas, y por eso creemos en un Hacedor Supremo. Afirmo que nos movemos dentro de una mentira universal, y hasta que nosotros mismos no somos nosotros. No juego con las palabras.
Rompe con el mundo entero, por toda la vida, antes de romper contigo mismo por un solo día.
Menosprécialo todo, que todo tiene conciencia de su condición menospreciable, y así reinarás.
Lo grande está siempre solo.
La virtud, el heroísmo, el amor, la amistad, el hogar, etcétera, no son más que perspectivas humanas, efectos de óptica: la realidad, lo que es, el hombre mismo, están bien opuestos a todo eso.
El hombre nace todos los días.
Observa sinceramente y sin idea preconcebida todo lo que te rodea y hasta tu alma misma y cambiarás de opinión tan a menudo y tan radicalmente como una veleta o como un barco sin timón.
Di las cosas en el orden que las piensas y las dirás correcta y hasta artísticamente.
Los hombres verdaderamente superiores no quieren brillar: brillan.
El hombre justo suele ser un hombre odioso.
“HAY CORONACIONES QUE NOS EMPEQUEÑECEN…”
4. El hombre es como los demás, mientras vive entre los demás; pero, deja, imprescindiblemente, de ser lo que era, o más bien, de aparentar lo que demostraba, y se manifiesta superior o inferior a su reputación, en el momento de libertarse de la tiranía del qué dirán.
20. La libertad de pensamiento y acción es el peso más formidable que puede caer sobre las espaldas de un hombre.
“LA VIDA PSÍQUICA…”
El sentimiento de la propia superioridad ha hecho la civilización. Creer en sí mismo: he ahí la virtud que rasga las montañas, modifica las divisiones geográficas y analiza la materia estelar. Desde que empezamos a tenernos por fuertes, ya lo fuimos. La conciencia de la propia fortaleza puede más que cien arietes. Si ese sentimiento es una vanidad -es decir, una mentira-, digo que mi mentira vale más que vuestra verdad; porque mi mentira hace y vuestra mentira deshace; (…)
“LO ÚNICO NOBLE…”
9. Mientras haya amor propio, habrá valor de la responsabilidad, y mientras haya valor de la responsabilidad habrá hombre.
15. (…) y lo último que debes arrojar al agua, en el naufragio de tu vida, es el valor de gritar. Yo lo hice.
“NO SE DESVÍA UN PROYECTIL…”
15. Ellos van y hacen sin elegir ni camino ni tarea; y nosotros sabemos que podemos hacer cosas innumerables en el mismo minuto: ejecuta lo mejor, según tu criterio; verifica lo que te parezca menos injusto en tu conciencia; no seas escéptico y te dejes conducir sin lucha al azar de las olas.
“NO TE PREOCUPE LA MURMURACIÓN…”
4. El que tiene un concepto humano de las cosas no se debe al qué dirán, sino a sus propias ideas.
6. No tengas el afán de parecer, sino el afán de ser.
25. Y no hagas mucha reflexión; porque la reflexión no es nada más que el espacio dubitante entre el impulso y el hecho, y porque después de cierto orden de reflexiones el hombre sale más bestia que antes; aprovecha los relámpagos de alta humanidad que iluminen tu alma y procede sin vacilaciones.
OTROS ESCRITOS LITERARIOS
AL AZAR DE LAS IDEAS
7. (…) la felicidad consiste en vivir una vida de verdad; mejor dicho todavía: la felicidad consiste en vivir cada uno su verdad. Como la sociedad ha labrado una sola verdad para todos, a unos les viene estrecha por demás, y a otros les viene demasiado holgada. La más perniciosa de las manías del hombre es legislar, y legislar no es más que perjudicar la variedad.
8. (…) lo que es está en cada cosa y en cada organismo, de cierta manera, en cierta proporción y bajo cierto aspecto: vive, pues, tu verdad, como la sientas.
12. (…) tu centro varía al son de tus necesidades; tú estás hecho de tal manera que en cada caso, puedes ponerte todo entero al servicio de ti mismo: a veces hay que ser león y a veces hay que ser paloma; y siempre, hay que recorrer toda la fauna; en la facilidad de las transformaciones está el éxito: tu gran función es vivir, y a ella se subordinan todas las otras.
30. (…) Y aquí te digo yo que desconfíes siempre de los que fácilmente se indignan: la verdadera virtud está curada de espantos.
46. Solamente presa del delirio, se quiere lo que no se puede. Querer es poder, cuando no se quiere la luna. Tu primera impotencia es no poder salirte de ti mismo. Todos triunfamos; porque todos vivimos la vida que debemos vivir, no otra. Déjate de fracasos, que no existen: ¡Todo es victoria!
Editorial Claridad