sábado, 27 de enero de 2024

Fragmentos de Diario II (1934-1939) - Anaïs Nin [Parte IV]

[Agosto de 1935]

(…) Los surrealistas son los únicos que creyeron que se puede vivir con superposiciones y expresan, capa sobre capa, el pasado y el presente, el sueño y lo real, porque creen que somos seres unidimensionales, que no existimos o experimentamos a un solo nivel, y que la única forma de trascender las contradicciones de la vida es permitir la existencia de esas mismas contradicciones multilaterales, tal como se presentan.

(…) El amor que el creador muestra por el cambio y la movilidad, no inspira la confianza humana. Creo que en todo esto me impulsa tal pasión por la vida que la idea de no moverme constituye en mí una idea de muerte. (…) La búsqueda de valores estables me parece una búsqueda de la inmovilidad, del estancamiento. (…) Todo lo que no esté vivo quiero arrojarlo lejos de mí. (…) Cuando hacia análisis, observé claramente que el miedo a la muerte estaba en proporción con el no-vivir. Cuanto menos vive una persona, más miedo tiene. Vivir significa, para mí, vivir con cada una de las células, con cada una de las partes del propio yo. (…) La gente que vive en profundidad, no teme a la muerte.

[Octubre de 1935]
(…) Conflicto entre un yo femenino que quiere vivir en un mundo dominado por el hombre, vivir en armonía con los hombres, y el creador que hay en mí, capaz de crear un mundo que me sea propio y un ritmo propio que no encuentro con quien compartir. Mi deseo de aventuras, expansión, fiebre, fantasía, grandeza. (…)
He aprendido a arreglármelas sin ese calor humano, a aceptar esos icebergs, esas remotas especies no-humanas (…) y vivir en la fantasía sin proximidades humanas. (…) En Villa Seurat, sentí que mis palabras se rompían en pedazos porque no quería, no podía aceptar la mediocridad. (…) He decidido llegar a ser temeraria, hacer y tratar de hacerlo todo porque nada me retiene en la tierra, y no me da miedo morir. Viviré mis fantasías, me intoxicaré de gente, vida, ruido, movimiento, trabajo, creación, aunque ello suponga una vida más corta, pues tampoco esto que está fuera de la realidad es lo que proporciona la alegría. (…)
¿Qué me aleja de lo que los demás llaman felicidad, hogar y familia? ¿Por qué el amor que siento por ellos no me retiene? ¿Por qué no permite que eche raíces? Juegos. Aventuras. Lo desconocido.
(…) No pertenezco al mundo de Villa Seurat. Tendré que construirme mi propio mundo.
 
[Enero de 1936]
(…) Que miedo a las conversaciones que hay aquí. No hay conversación. Todo el mundo bebe. Todos los sentimientos, todos los sentidos, embotados. Carecen del sentido de la riqueza, de la plenitud, de la expansión. Les aterra la intimidad. Y, en consecuencia, están alienados. Solos.
 
[Abril de 1936]
(Descripción del mundo árabe. Me hace gracia el inicio, pero es muy hermosa esta parte...)
Por todas partes el árabe se agacha y espera. No importa dónde. (…) Sidi Hassan Benanai me recibió bajo la bella columnata dorada. Pero como acababa de empezar un ayuno de cuarenta días acompañado de oraciones, permaneció sentado silenciosamente, mientras oraba pasando las cuentas, y el té fue servido en silencio, y siguió rezando, sonriéndome de vez en cuando e inclinando la cabeza, hasta que me fui. (…) Misterio y laberinto. Calles complicadas. Paredes anónimas. Lujo secreto. El secreto de esas casas sin ventanas a la calle. Las ventanas y puertas dan al patio. (…) la planta de los jardines es laberíntica. Disponen los arbustos de tal modo que podrías perderte. Les encanta la sensación de haberse perdido. Esto ha sido interpretado como un deseo de reproducir el infinito. (...) Fez. Tarde o temprano, siempre se llega a una ciudad que resulta ser la imagen de las ciudades interiores. Fez es la imagen de mi yo interior. Esto podría explicar la fascinación que me produce. Cubierta por un velo, llena e inagotable, laberíntica, tan rica y variada que me pierdo en ella. Pasión por lo misterioso, lo desconocido, por lo infinito y lo inexplorado. (…) Las relaciones entre las personas no dependen tanto de la conversación como de la creación de una atmosfera, un tono propicio, onírico, meditativo, contemplativo.

lunes, 22 de enero de 2024

Fragmentos de Diario II (1934-1939) - Anaïs Nin [Parte III]

[Junio de 1935]
Un nuevo yo que no es de aquí, un nuevo yo aventurero y nómada. La gente que me rodea no cambia como yo, no les crecen nuevas ramas. (…) Lucho contra la monotonía y la repetición. (…) Estoy enamorada de un mundo nuevo que todavía no ha sido creado.
(…)
La gente se desespera porque trata de encontrar un significado universal a toda la vida, y acaba por decir que es absurda, ilógica y carente de significado. No hay un único significado cósmico valido para todo, sólo existe el significado que damos a nuestra propia vida, un significado individual, una trama individual, como una novela individual, un libro para cada persona. Buscar una unidad total es un error. Para mí, lo correcto es dar a la propia vida el máximo significado posible. Porque así se contribuye al todo. (…) Doy a cada ser humano lo que se merece. No me interesan la clase social o las propiedades. Respeto su espíritu y cualidades humanas o su talento. Satisfago sus necesidades en las medidas de mis posibilidades. (…) Me embriagué de libertad, espacio y dinamismo. (…) Estoy inquieta. La aventura me llama. (…) Me siento liberada de una forma rara, no experimento ningún límite en mí, ni muros, ni miedos. Nada me impide ir hacia la aventura. Me siento móvil, fluida. (…)
Todo el mundo sufre debido a la esterilidad de la conciencia, y todos necesitan ser curados con una llamada al inconsciente para encontrar así de nuevo las verdaderas fuentes de vida. (…) Todo lo que ocurre en un pequeño grupo acaba por ocurrir también en las masas, en el mundo.
[Julio de 1935]
(…) Todos nosotros reproducimos, de una u otra forma, el proceso del psicoanálisis de aquellos que nos rodean: confesión, revelación del yo que se oculta tras las máscaras, absolución, fe, nueva fe y nueva visión. (…)

Pasar de la fantasía al realismo, de la ensoñación a la acción, eso es lo que quiero hacer. En nuestra vida, una y otra están entrelazadas.

lunes, 8 de enero de 2024

La fe según Miguel de Unamuno

«Muévete y el camino aparecerá»
Proverbio Zen
Según Unamuno, la fe se basa en la incertidumbre. Kant sostiene que 'la inteligencia de un hombre se mide por la cantidad de incertidumbre que es capaz de soportar' (cita popularizada en el último tiempo). Unamuno escribe que según Seeberg 'la fe es una convicción personal', mientras que para Cournot 'es la tendencia a lo sobrenatural y lo maravilloso lo que da vida'.
La fe es incertidumbre, convicción, inteligencia y sentido de confianza. Es el 'movimiento del ánimo hacia una verdad', es una voluntad. 
"La fe es el poder creador del hombre (...) Adviértase, sin embargo, cómo querer creer, es decir, querer crear, no es precisamente creer o crear, aunque sí es comienzo de ello. La fe crea, en cierto modo, su objeto. (...)
Una y otra vez durante mi vida me he visto en trance de suspensión sobre el abismo; una y otra vez me he encontrado sobre encrucijadas en que se me abría un haz de senderos, tomando uno de los cuales renunciaba a los demás (...) y una y otra vez en tales únicos momentos he sentido el empuje de una fuerza consciente (...) Puede uno sentir que el universo le llama y le guía (...) oír en su interior su voz (...) Creo que el universo tiene una cierta conciencia como yo, por la manera como se conduce conmigo humanamente, (...) 
El que afirma su fe a base de incertidumbre, no miente ni puede mentir. Y no sólo no se cree con la razón ni aún sobre la razón ni por debajo de ella. (...) La fe antes de darnos la esperanza es una fe informe, vaga, caótica, potencial; no es sino la posibilidad de creer, anhelo de creer. Mas hay que creer en algo, y se cree en lo que se espera, se cree en la esperanza. (...) Creer lo que no vimos es creer lo que veremos. La fe es, pues, lo repito, fe en la esperanza; creemos lo que esperamos."

Don, medio dormido, atiende una llamada de Connie (Hilton) a altas horas de la noche...
- ¿Hola?
C - ¿Alguna vez rezas por un problema difícil?
D - Connie...?
C - He tenido una revelación…
(…)
D - Perdón ¿Qué?
C - Ya sabes, Dios nos habla, tenemos un impulso y lo seguimos.
D - Eso es interesante…
C - ¿Cómo sabes que debemos hacerlo Don? ¿Cómo sabemos que debemos hacer algo?
D - ¿Instinto?
C - Entonces decís que sos como un perro…?
Fragmento de Mad Men [Temporada 3 capitulo 9]