miércoles, 27 de marzo de 2024

He decidido - Mary Oliver

«Quien ha escuchado alguna vez 
la voz de las montañas, 
nunca la podrá olvidar» 
Proverbio tibetano
HE DECIDIDO
He decidido encontrar un hogar en las montañas, en un sitio elevado donde aprender a vivir en paz en medio del frío y el silencio. Se dice que en un lugar así pueden tenerse ciertas revelaciones. Que es posible sentir por fin, aunque no exactamente comprender, eso que el espíritu busca. Despacio, sin duda. No estoy hablando de unas vacaciones.
Por supuesto, al mismo tiempo me quedaré exactamente donde estoy.
¿Me estás siguiendo?
Traducción de Jonio González (...a pedido ¡gracias Jonio!)
I HAVE DECIDED
I have decided to find myself a home in the mountains, somewhere high up where one learns to live peacefully in the cold and the silence. It’s said that in such a place certain revelations may be discovered. That what the spirit reaches for may be eventually felt, if not exactly understood. Slowly, no doubt. I’m not talking about a vacation.
Of course, at the same time I mean to stay exactly where I am.
Are you following me?

martes, 26 de marzo de 2024

El camino no escogido - Robert Lee Frost

EL CAMINO NO ESCOGIDO
Dos caminos se bifurcan en un bosque dorado
y me apena no poder tomar los dos
Siendo un caminante largamente me paré
mirando uno de ellos tan lejos como pude,
hasta donde se perdía en la espesura;

Entonces tomé el otro, imparcialmente,
y habiendo tenido quizás la elección acertada,
pues era tupido y requería uso;
aunque en cuanto a lo que vi allí
hubiera elegido cualquiera de los dos.

Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.

Un día lo contaré como un suspiro
en algún lugar después de tantos años:
Dos caminos bifurcándose en un bosque,
yo tomé el menos transitado
y eso hizo
toda la diferencia.
Traducción de Víctor Toledo y Agustí Bartra.
¡Eclipse de Luna llena en Libra!

lunes, 18 de marzo de 2024

Fragmentos de 'La realidad exige' - Wislawa Szymborska

La realidad exige
que lo digamos bien claro:
la vida sigue su curso.
Sucede así en Cannas y en Borodinó,
en los llanos de Kosovo y en Guernica.
Hay una gasolinera
en una pequeña plaza de Jericó,
hay bancos recién pintados
cerca de Bila Hora.
Las cartas van y vienen
entre Pearl Harbor y Hastings,
pasa un camión de muebles
bajo la mirada del León de Queronea
y solo un frente atmosférico amenaza
los florecientes jardines cercanos a Verdún.
 
Hay tanto de todo
que lo que hay de nada queda muy bien cubierto.
De los yates de Accio
llega la música
y en la cubierta, al sol, bailan las parejas.
 
Pasan siempre tantas cosas
que seguro tienen que pasar en todas partes.
(…)
 
Donde estaba Hiroshima
de nuevo está Hiroshima
y se siguen produciendo
objetos de uso cotidiano.
 
No le faltan encantos a este hermoso mundo
ni tampoco amaneceres
para los que merece la pena despertar.
 
En los campos de Macejowice
la hierba es verde,
y en la hierba, como pasa en la hierba,
la escarcha, transparente.
 
Quizá no haya un lugar que no haya sido un campo de batalla,
los aún recordados,
los hoy ya olvidados,
bosques de cedros y bosques de abedules,
nieves y arenas, pantanos irisados
y barrancos de negro fracaso
donde en caso de urgencia
satisfacemos ahora nuestras necesidades.
 
Qué moraleja sale de todo esto: parece que ninguna.
(…)
y es inevitable:
la imagen nos da risa.

viernes, 15 de marzo de 2024

Fragmentos de El crepúsculo de los ídolos – Friedrich Nietzsche I

EL CREPÚSCULO DE LOS ÍDOLOS O CÓMO SE FILOSOFA CON EL MARTILLO
Traducción de José Mardomingo Sierra
AFORISMOS Y FLECHAS
6. De lo que mejor se descansa en la naturaleza salvaje de uno mismo es de la contranaturaleza, de la espiritualidad de uno mismo…
9. Ayúdate, y te ayudarán. Primer principio del amor al prójimo.
15. (…) no se nos entiende nunca, y de ahí nuestra autoridad…
34. (…) Sólo los pensamientos adquiridos a fuerza de andar tienen valor.
41. ¿Quieres ir con los demás?, ¿o delante de los demás?, ¿o solo y por tu cuenta?... Hay que saber qué se quiere y que se quiere. Cuarta cuestión de consciencia.
44. Fórmula de mi felicidad: un sí, un no, una línea recta, una meta…
EL PROBLEMA DE SÓCRATES
2. (…) los juicios, los juicios de valor sobre la vida, a favor o en contra, nunca pueden ser verdaderos; tienen valor solamente como síntomas, se los debe tener en cuenta solamente como síntomas, y en sí mismos tales juicios son tonterías.
4. (…) Las cosas honorables, al igual que las personas honorables, no llevan sus razones en la mano, así sin más. (…) Lo que tiene que empezar dejándose mostrar es poco valioso.
10. (…) Hay que ser prudente, claro, lúcido a cualquier precio: toda concesión a los instintos, a lo inconsciente, lleva hacia abajo…
CÓMO EL «mundo verdadero» TERMINÓ POR CONVERTIRSE EN UNA FÁBULA
HISTORIA DE UN ERROR
3. El mundo verdadero, inalcanzable, indemostrable, imprometible, pero ya como pensado, un consuelo, una obligación, un imperativo.
(El viejo sol en el fondo, pero a través de la niebla y el escepticismo; la idea vuelta sublime, pálida, nórdica, regiomontana.)
4. El mundo verdadero, ¿inalcanzable? En todo caso inalcanzado. Y en tanto que inalcanzado también desconocido. En consecuencia, tampoco consolador, redentor, obligante: ¿a qué puede obligarnos algo desconocido…?
(Gris comienzo del día. Primer bostezo de la razón. Canto del gallo del positivismo.)
MORAL COMO CONTRANATURALEZA
1. Todas las pasiones tienen un tiempo en el que son meramente fatídicas, en el que tiran para debajo de su víctima con el peso de la estupidez, y un tiempo posterior, muy posterior, en el que se casan con el espíritu, se «espiritualizan». Antes, a causa de la estupidez contenida en la pasión, se hacia la guerra a la pasión misma (…) Aniquilar las pasiones y apetitos, meramente para prevenir la estupidez y las desagradables consecuencias de la estupidez, nos parece hoy que es a su vez meramente una forma aguda de estupidez.
3. La espiritualización de la sensualidad se llama amor (…)
6. Consideremos, por último, qué gran ingenuidad implica decir: «¡el hombre debería ser de tal y tal modo!». La realidad nos muestra una arrebatadora riqueza de tipos, la exuberancia de un juego y cambio de formas dilapidador: ¿y un infeliz haragán cualquiera de moralista va a decirle a ella: «¡no!, el hombre debería ser de otro modo? (…) Decirle «cambia» significa exigir que todo cambie, hacia atrás incluso… (…)
Nosotros los distintos, nosotros los inmoralistas, hemos ampliado nuestro corazón, a la inversa, para todo tipo de entender, comprender, aprobar. No negamos fácilmente, ponemos nuestro honor en ser afirmativos.
LOS CUATRO GRANDES ERRORES
1. Error de la confusión de la causa y la consciencia. No hay error más peligroso que confundir la consecuencia con la causa: lo llamo la auténtica corrupción de la razón.
2. La fórmula más general que subyace a toda religión y moral reza así: «Haz tal cosa y tal otra, omite tal cosa y tal otra, ¡y serás feliz! De lo contrario…» (…) En una fórmula: su virtud es la consecuencia de su felicidad…
3. Error de una causalidad falsa. (…) Nos creíamos a nosotros mismos causales en el acto de la voluntad; pensábamos al menos que ahí habíamos pillado a la causalidad con las manos en la masa.
(…) ¿Quién habría negado que un pensamiento es causado, que el yo causa el pensamiento?... De estos tres «hechos internos» que parecían avalar la causalidad, el primero y más conveniente es el de la voluntad como causa; la concepción de una consciencia («espíritu») como causa y, posteriormente, además la del yo (la del «sujeto») como causa son nacidos después de que la causalidad constase como dada por la voluntad, como experiencia… (…) El mundo interior está lleno de imágenes ilusorias y fuegos fatuos: la voluntad es uno de ellos. La voluntad ya no mueve nada, y en consecuencia tampoco explica ya nada; meramente acompaña procesos, y también puede faltar. El denominado «motivo»: otro error. (…)
El hombre ha proyectado hacia fuera de él sus tres «hechos internos», aquello en lo que creía con más firmeza, la voluntad, el espíritu, el yo: sacó el concepto del ser del concepto del yo; puso con arreglo a su imagen, con arreglo a su concepto del yo como causa, las «cosas» como siendo. Nada tiene de extraño que más tarde sólo encontrase en las cosas lo que él había metido en ellas.
4. (…) La mayor parte de nuestras sensaciones generales, todo tipo de inhibición, presión, tensión, explosión en el juego y resistencia de los órganos, como sucede especialmente con el estado del nervus sympathicus, excitan nuestra pulsión de buscar causas: queremos tener una razón de nos encontremos de tal y tal modo, de que nos encontremos mal o de que nos encontremos bien. Nunca nos basta limitarnos a constatar sencillamente el hecho de que nos encontramos de tal y tal modo: no admitimos ese hecho -no nos hacemos conscientes de él- hasta que le hemos dado una especie de motivación.
5. Explicación psicológica de lo anterior. Remitir algo desconocido a algo conocido alivia, tranquiliza, satisface, da además una sensación de poder. Con lo desconocido vienen dados el peligro, la intranquilidad, la preocupación: el primer instinto se dirige a eliminar esos estados penosos. Primer principio: cualquier explicación es mejor que ninguna. Dado que en el fondo se trata solamente de querer librarse de representaciones que oprime (…) la primera representación con la que lo desconocido se explica como conocido sienta tan bien que se la «tiene por verdadera». (…) La pulsión de buscar causas está, así pues, condicionada y excitada por la sensación de miedo. (…) Que algo ya conocido, vivenciado, inscripto en el recuerdo, sea puesto como causa es la primera consecuencia de esa necesidad. Lo nuevo, lo no vivenciado, lo ajeno, es excluido como causa. Así pues, se busca como causa no sólo un tipo de explicaciones, sino un tipo de explicaciones escogido y preferido, aquellas en las que la sensación de lo ajeno, nuevo, no vivenciado haya sido eliminada con la mayor rapidez y frecuencia posibles: las explicaciones más acostumbradas.
6. (…) (las emociones, los sentidos puestos como causa, como «culpables»; estados de necesidad fisiológicos interpretados mediante otros estados de necesidad como «merecidos») (…) se confunde la verdad con el efecto de lo creído como verdadero…
7. (…) Dondequiera que se busquen responsabilidades suele ser el instinto de querer castigar y juzgar quien las busca. Se ha despojado al devenir de su inocencia cuando cualquier ser de tal y tal modo se remite a la voluntad, a propósitos, a actos de responsabilidad: la doctrina de la voluntad ha sido inventada esencialmente con la finalidad de castigo, es decir, del querer encontrar culpable. (…) con el concepto de «orden moral del mundo» siguen infestando la inocencia del devenir mediante el «castigo» y la «culpa».
8. (…) Nadie es responsable del mero hecho de existir, de estar constituido de tal o cual modo, de hallarse en estas circunstancias, en este entorno.

Fragmentos de El crepúsculo de los ídolos – Friedrich Nietzsche II

EL CREPÚSCULO DE LOS ÍDOLOS O CÓMO SE FILOSOFA CON EL MARTILLO
Traducción de José Mardomingo Sierra
LO QUE LES FALTA A LOS ALEMANES
6. (…) …las tres tareas para la que se necesitan educadores. Hay que aprender a ver, hay que aprender a pensar, hay que aprender a hablar y a escribir: la meta en esas tres tareas es una cultura noble. Aprender a ver: acostumbrar el ojo a la calma, a la paciencia, a dejar que las cosas se le acerquen; aprender a diferir el juicio, a rodear y abarcar el caso particular de todas partes. Ésta es la primera enseñanza preliminar para la espiritualidad: no reaccionar a un estímulo inmediatamente, sino dominar los instintos inhibidores (…) Aprender a ver (…) es casi lo que el modo de hablar no filosófico denomina voluntad fuerte: (…) poder suspender la decisión. (…) toda la vulgaridad descansa en la incapacidad de prestar resistencia a un estímulo: se tiene que reaccionar, se da seguimiento a todo impulso. En muchos casos ese «tener que» es ya algo enfermizo, decadencia, síntoma de agotamiento (…) incapacidad fisiológica de no reaccionar. Una aplicación práctica del haber aprendido a ver: como discente en general se habrá hecho uno lento, desconfiado, reacio. A lo ajeno, a lo nuevo de todo tipo sólo se le dejará que se acerque con una calma hostil, se retirará la mano cuando se aproxime.
INCURSIONES DE UN INTEMPESTIVO
7. (…) La naturaleza es la casualidad. (…) Ver lo que es: esto es propio de otro género de espíritus, de los antiartísticos, de los fácticos. Hay que saber quién se es…
8. (…) Lo esencial de la ebriedad es la sensación de incremento de fuerza, de plenitud. De esta sensación se da también a las cosas, se las fuerza a que tomen de nosotros, se las viola: a esta operación se la denomina: idealizar. Librémonos aquí de un prejuicio: el idealizar no consiste, como se cree comúnmente, en retirar o descontar lo pequeño, lo accesorio. Un enorme resaltar los rasgos principales es más bien lo decisivo, de modo que así los demás desaparecen.
9. (…) Este tener que transformar en lo perfecto es… arte. (…) en el arte el hombre se disfruta como perfección.
10. (…) A la persona dionisiaca le es imposible no comprender una sugestión, no pasa por alto señal alguna de la emoción, posee en su más alto grado el instinto que comprende y adivina, al igual que posee en su más alto grado el arte de la comunicación.
13. (…) Emerson posee aquella jovialidad bondadosa e ingeniosa que deja desarmada a cualquier seriedad; absolutamente no sabe lo viejo que es ya y lo joven que será aún; podría decir de él mismo, con una frase de Lope de Vega, «yo me sucedo a mí mismo» (…) «Ut desint vires – decía agradecido-, tamen est laudanda voluptas.» («Aunque falten las fuerzas, sin embargo es de alabar la pasión que se pone.»
18. Sobre la «conciencia intelectual». Nada me parece hoy más raro que la auténtica hipocresía. (…) ¿Qué es lo que lo pone hoy a uno en un compromiso? Ser consecuente. Ir en línea recta. Admitir menos de cinco interpretaciones. Ser auténtico… (…) los pocos hipócritas que he conocido imitaban la hipocresía: eran, como hoy en día casi un hombre de cada diez, actores.
19. (…) El hombre cree que el mundo mismo está repleto de belleza, pero se olvida de sí mismo como su causa. (…) En el fondo, el hombre se refleja en las cosas, tiene por bello cuanto le devuelve reflejada su imagen: el juicio «bello» es su vanidad de la especie
22. (…) Platón (…) sostiene una tesis distinta: que toda belleza estimula a procrear, que esto es precisamente lo proprium de su efecto, desde lo más sensual hasta las alturas de lo más espiritual…
27. «¡Este retrato es encantadoramente bello!»… La mujer literaria, insatisfecha, excitada, aburrida y vacía en el corazón y en sus entrañas, escuchando atentamente en todo momento con dolorosa curiosidad el imperativo que desde las profundidades de su organización susurra: «aut liberi aut libri» («o hijos o libros»); la mujer literaria, lo suficientemente cultivada para entender la voz de la naturaleza, incluso cuando hable en latín, y, por otra parte, lo suficientemente vanidosa y gansa para decirse secretamente, y en francés: «Je me verrai, je me lirai, je m’extasierai et je dirai: Possible, que j’aie eu tant d’esprit?»… («Yo me veré, yo me leeré, yo me extasiaré y diré: ¿Es posible que yo haya tenido tanto espíritu?» [¡Ja!]
29. De un examen de doctorado. «¿Cuál es la tarea de todo sistema educativo superior?» Hacer del hombre una máquina. «¿Cuál es el medio para ello?» Tiene que aprender a aburrirse. «¿Cómo se logra eso?» Mediante el concepto de deber.
38. (…) ¡qué es la libertad! Tener la voluntad de la propia responsabilidad. Mantener la distancia que nos separa. Volverse más indiferente a la fatiga, a la dureza, a las privaciones, incluso a la vida. (…) El hombre que ha llegado ha ser libre, y tanto más el espíritu que ha llegado a ser libre, pisotea el despreciable tipo de bienestar con el que sueñan (…) los demócratas. El hombre libre es guerrero. (…) el peligro, que es lo primero que nos hace conocer nuestros recursos, nuestras virtudes, nuestra defensa y nuestras armas, nuestro espíritu, que nos constriñe a ser fuertes…Primer principio: hay que necesitar ser fuerte: de lo contrario, nunca se llegará a serlo. (…) …la palabra libertad: como algo que se tiene y que no se tiene, que se quiere, que se conquista
46. (…) No sin finura se ha dicho: il est indigne des grands coeurs de répandre le trouble, qu’ils ressentent («Es indigno de los grandes corazones difundir a su alrededor la turbación que ellos experimentan»: sólo hay que añadir que no tener miedo de lo más indigno puede ser también grandeza del alma.
47. (…) es preciso haber preferido la belleza a la utilidad, a la costumbre, a la opinión, a la inercia. Criterio supremo: es preciso no «dejarse ir» tampoco ante uno mismo.
48. (…) «vuelta a la naturaleza» (…) no es un volver, sino un subir, subir a la alta, libre, incluso terrible naturaleza y naturalidad, a una que juega con grandes tareas, a la que le es lícito jugar con ellas…
(…) ¡La doctrina de la igualdad! (…) «Igual a los iguales, desigual a los desiguales, éste sería el verdadero discurso de la justicia: y, lo que se sigue de ahí, no igualar nunca lo desigual.»
49. Goethe. (…) Lo que quería era totalidad (…) se creó a sí mismo. En medio de una época de mentalidad irreal, Goethe era un realista convencido. (…) Goethe concibió un hombre fuerte, sumamente culto, hábil en todas sus corporalidades, que se tiene a raya a sí mismo, lleno de veneración por sí mismo, al que le es lícito atreverse a concederse todo el volumen y riqueza de la naturalidad, que es lo suficientemente fuerte para esa libertad; el hombre de la tolerancia, no por debilidad, sino por fortaleza, porque sabe utilizar en beneficio propio aquello en lo que la naturaleza media perecería…
50. (…) a todo aquello a lo que Goethe aspiraba como persona: una universalidad en el entender, en el aprobar, un dejar que se le acerquen a uno cosas de todo tipo, un osado realismo, una veneración por todo lo fáctico. (…) se malentiende a los grandes hombres cuando se los ve desde una ruin perspectiva de una utilidad pública. Que no se sepa extraer de ellos utilidad alguna, esto incluso quizá forma parte de la grandeza
LO QUE LE DEBO A LOS ANTIGUOS
1. (…) y lo que más me gusta es no decir absolutamente nada…
2. (…) la voluntad incondicionada de no engañarse a sí mismo con figuración alguna y de ver la razón en la realidad: no en la «razón», todavía menos en la «moral»… (…) La valentía en la realidad diferencia en último término a naturalezas como Tucídides y Platón: Platón es un cobarde ante la realidad, y, en consecuencia, se refugia en el ideal; Tucídides se tiene a sí mismo bajo su poder, y, en consecuencia, mantiene también las cosas bajo su poder…
3. (...) Se necesitaba ser fuerte (...) no se quería tampoco otra cosa que sentirse seguro de sí mismo, que mostrarse seguro de sí mismo (...)

viernes, 8 de marzo de 2024

Perdóname - Mary Oliver

PERDÓNAME
Los ángeles son maravillosos pero tan, bueno..., reservados.
Eso es lo que percibo en el barro y las raíces de los
árboles, o la fuente, o el granero, o la roca con
su cítrico mapa de líquen que hace que me detenga y
me brillen los ojos al sentir la presencia de algún
espíritu, algún pequeño dios que allí habita.
Si yo fuese una persona perfecta, no pararía de inclinarme.
No lo soy, y aun así me detengo allí donde siento esta
santidad, por eso a menudo tardo tanto
en volver de dondequiera que haya ido.
Perdóname.
FORGIVE ME
Angels are wonderful but they are so, well, aloof.
It’s what I sense in the mud and the roots of the
trees, or the well, or the barn, or the rock with
its citron map of lichen that halts my feet and
makes my eyes flare, feeling the presence of some
spirit, some small god, who abides there.
If I were a perfect person, I would be bowing
continuously.
I’m not, though I pause wherever I feel this
holiness, which is why I’m often so late coming
back from wherever I went.
Forgive me.
Traducción de Jonio González

jueves, 7 de marzo de 2024

No creo en presentimientos - Arseni Tarkovski

NO CREO EN PRESENTIMIENTOS               
No creo en presentimientos ni temo
a los agüeros. Acepto el veneno,
la calumnia. No existe la muerte,
la vida es eterna. No hay que temer
a la muerte ni a los diecisiete,
ni a los setenta. Sólo hay vida y luz,
ni oscuridad, ni muerte hay en este mundo.
Todos estamos a la orilla del mar
y soy de los que eligen la red
cuando la eternidad pasa de largo.
Traducción de Jorge Bustamante García

Todo lo que puede pasar - Llorenç Gomis

TODO LO QUE PUEDE PASAR
                                      Llorenç Gomis
Todo lo que puede pasar es lo que pasa,
no puede pasar nada más, no tengas miedo.
No quería Jesús la pasión
ni la muerte que por ley la vida traga.
Abre un libro de historia. Todo son muertos.
Todos sufrieron, poquísimos lo querían,
todos eran débiles y todos fueron fuertes
todos hicieron más de lo que hacer sabían.
Las cartas no son muchas, pero dan bastante juego;
las ramas se hacen brasas y deja ceniza el fuego.

TOT EL QUE POT PASSAR
Tot el que pot passar és el que passa,
no pot passar res més, no tinguis por.
No volia Jesús la passió
ni la mort que per llei la vida empassa.
Obre un llibre d’història. Tot són morts.
Tots van patir, poquíssims ho volien,
tots eren dèbils i tots van ser forts,
tots van fer més d’allò que fer sabien.
Les cartes no són moltes, mes donen força joc;
les branques es fan brases i deixa cendra el foc.
Traducción de Jonio González.