el hombre nace en el Tao.
Si los peces, nacidos en agua,
buscan la sombra profunda
del lago y del estanque,
todas sus necesidades
están satisfechas.
Si el hombre, nacido en el Tao,
se hunde en la profunda sombra
de la no acción,
para olvidar la agresión y la preocupación,
no le falta nada
y su vida es segura.
Moraleja:
«Todo lo que el pez necesita
es perderse en el agua.
Todo lo que el hombre necesita
es perderse en el Tao (Camino)».
Traducción por Thomas Merton.
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